viernes, 27 de noviembre de 2020

¿SON SOSTENIBLES LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS? HABLEMOS DEL ÍNDICE DE SOSTENIBILIDAD DE LOS ALIMENTOS

 Oro parece, plata no es… ¡Y no pasa solo con la fruta!

 

Permíteme que comience este post con un pequeño juego, solo tienes que contestar a las dos preguntas que te planteo antes de comprobar las respuestas.

Productos biológicos: aguacates de México, plátanos de Costa de Marfil, leche en brick, tomates envasados, kéfir en botella de plástico; un día cualquiera en el súper

Pregunta 1. ¿Cuál es el nexo de unión de estos productos?

- Una piña ecológica de origen sudafricano.

 Carne de ternera ecológica de ganadería extensiva.

- Leche ecológica vendida en brick.

- Trigo ecológico procedente de un cultivo abonado con estiércol y sin pesticidas.

- Aguacate ecológico cultivado en Almería y vendido en Almería.

Casi cualquier producto ecológico procedente de semillas no transgénicas.

Productos no ecológicos: tomates a granel y plátanos origen España sin envasar, productos lácteos en envase de vidrio; el mismo día y en el mismo súper en el que tomé las primeras fotos

Pregunta 2. ¿Cuál es el nexo de unión entre estos otros productos?

- Manzanas no ecológicas de origen España.

- Carne de pollo no ecológica.

- Leche no ecológica vendida en botella de vidrio.

- Trigo no ecológico tratado con fertilizantes y con pesticidas.

- Higos no ecológicos cultivados en Almería y vendidos en Almería.

Casi cualquier producto no ecológico procedente de semillas transgénicas.


Respuesta pregunta 1: ¡Efectivamente!, estos productos están etiquetados como productos ecológicos, pero son poco sostenibles.

Respuesta pregunta 2: ¡Efectivamente!, estos productos no llevan el sello de productos ecológicos, pero pueden ser más sostenibles que los primeros.

Ya sé, ya sé, espera un poco…, deja que me explique, ten un poco de paciencia.

lunes, 2 de noviembre de 2020

ALIMENTACIÓN, RELIGIÓN, PSEUDOCIENCIAS Y TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN

 Lo que parece que es, pero nada que ver

 


Hago uso de mi derecho a expresarme libremente cuando digo que la religión ha aportado pocas cosas buenas al ser humano. Este es un tema delicado porque la religiosidad parece llevar consigo el sentimiento de ofensa cuando el otro no comparte creencias y así lo expresa. Las opiniones en contra de la religión pueden despertar en el devoto una ira profunda que puede conducir a considerar al otro su enemigo. Ese sentimiento de ira, generalmente, no es posible combatirlo con la razón, ya que el campo de batalla de la discusión religiosa no es la razón, sino la fe. Efectivamente, la religión se sustenta en la fe y la fe no necesita de razonamientos ni de demostraciones. La fe está profundamente impregnada de la creencia de que a unos seres humanos se les ha revelado una verdad divina y absoluta frente al resto de seres que viven en la ignorancia y la oscuridad. Y sí, desde la posesión de “la verdad”, y en nombre de la fe se han cometido verdaderas atrocidades históricas y se han masacrado a pueblos enteros, aunque esto se obvie o se justifique con increíble pasmosidad por el que profesa su fe religiosa; y es que no hay que olvidar que para ser un buen devoto, solo tienes que creer, creer sin cuestionarte tus propias creencias.

La ciencia es justo lo contrario a la religión y a mi juicio es incompatible con ella, a pesar de quienes hagan difíciles equilibrios por dedicarse a la ciencia y profesar al mismo tiempo su fe religiosa. En la ciencia debes poder demostrar tus afirmaciones y para ello debes basarte en el método científico, el cual no deja espacio al autoengaño. A diferencia de la religión, la ciencia está en continua revisión y no teme desdecirse cuando la evidencia así lo requiere.