martes, 28 de noviembre de 2023

SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS O ENFERMEDAD DE WILLIS-EKBORN

¿Podemos mejorar la sintomatología más allá de los fármacos?


El síndrome de las piernas inquietas (SPI), también conocido como Enfermedad de Willis-Ekborn, es un trastorno neurológico que se caracteriza por la necesidad desagradable e irresistible de mover las piernas. Los síntomas pueden incluir picazón, contracciones involuntarias u hormigueos. El SPI se manifiesta o empeora durante el reposo y se alivian con el movimiento, por lo que puede dificultar el sueño y llegar a afectar seriamente la calidad de vida del que lo padece.

El SPI es una enfermedad relativamente común que afecta más a las mujeres (1) y puede manifestarse a cualquier edad, pero tiende a empeorar con el tiempo. Los pacientes con SPI a menudo manifiestan un sueño ligero y más fragmentado, y experimentan movimientos de las extremidades durante el sueño (2). Puede tener una etiología genética, siendo que una parte importante de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad (3, 4).   

Existen varias patologías que se han asociado con el SPI. Por ejemplo, es de dos a tres veces más común en pacientes con enfermedad renal crónica en comparación con la población general (5). También se ha observado mayor prevalencia de SPI en pacientes con enfermedad reumática (6), pacientes con trastornos por déficit de atención con hiperactividad (7), pacientes con esclerosis múltiples, pudiendo, en estos casos, afectar hasta a un 28% de estos pacientes y, en especial, a un mayor número de mujeres (8, 9). Del mismo modo, el SPI se relaciona negativamente con la función cognitiva y con la capacidad de atención (10), con la neuropatía periférica (11), las alteraciones de la presión arterial durante el sueño (12), el síndrome del intestino irritable (13), en pacientes con migrañas (14, 15) e, incluso, se asocia con una mayor mortalidad (16). Algunas investigaciones sugieren una relación entre la enfermedad de Parkinson y el SPI, en el que el SPI sería una manifestación temprana de la enfermedad (17).

miércoles, 22 de noviembre de 2023

¡OJO!, SI NO TOMAS EL SOL, PODRÍAS DESARROLLAR DIABETES

El déficit de vitamina D y la diabetes afectan a una elevada proporción de la población, ¿tienen relación?


La vitamina D es un nutriente esencial para la salud ósea, la función inmunitaria y la regulación del metabolismo. Sin embargo, más de la mitad de la población mundial padece déficit de esta vitamina. Hemos pasado de ser miembros de una sociedad agrícola y estar expuestos a largas horas de insolación, a vivir dentro de una oficina, pasar muchas horas dentro de un aula o estar demasiado tiempo frente a una pantalla en el resguardo de nuestro hogar. Además, cuando salimos a la calle, nos ponemos protectores solares para prevenir quemaduras o usamos maquillaje que filtra la acción de los rayos del sol sobre nuestra piel y, por si fuera poco, los alimentos que consumimos no suelen aportarnos cantidades importantes de esta vitamina. El sol es nuestra principal fuente de vitamina D, y lo estamos evitando constantemente con mayor o menor acierto, entre otras razones porque una exposición prolongada podría favorecer la aparición de cáncer de piel. 




Por otra parte, la diabetes, enfermedad crónica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre, tiene una gran prevalencia a nivel mundial, actualmente afecta a 450 millones de personas en todo el mundo y se prevé que para 2045 afecte a 693 millones (1), siendo una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de miembros inferiores (2).

¿Existe alguna relación entre la deficiencia de vitamina D y la diabetes? Esta es la pregunta que nos planteamos en este texto, con el fin de explorar las evidencias científicas que apoyan o refutan esta hipótesisPara hallar una respuesta que aclare nuestras dudas, nos hemos asomado a la ventana de PubMed y buscado las revisiones sistemáticas y los metaanálisis publicados en los últimos cinco años para tener una idea de lo que se cuece en el caldero de la ciencia en relación con este tema. A lo hallado le hemos sumado otros artículos de especial interés para enriquecer el texto, y este es el resultado.