¡Me
aburro! ¿Queda mucho?
.
No funciona / Sí funciona |
Una de las actividades que con mayor frecuencia realizamos los dietistas nutricionistas es la impartición de
talleres de "Educación Nutricional" o mejor dicho de Educación
Alimentaria.
A continuación, voy a contarte aquello que
he ido descubriendo a lo largo de los años que no funciona y que, por tanto, resta valor a mi actividad como educador, y aquello que sí logra captar el
interés de los asistentes y con lo que aspiro a alcanzar su complicidad.
No funciona centrarse en los
beneficios que para la salud tiene una alimentación saludable en talleres para
niños, adolescentes o jóvenes universitarios. No funciona hablar de salud a un
público que no tiene noción de lo que es la enfermedad, al contrario de lo que
ocurre cuando la población a la que nos dirigimos es adulta y/o mayor.
Sí funciona centrarse en aspectos como la solidaridad
y la sostenibilidad alimentaria al dirigirnos a un público joven, y de los
beneficios que se obtienen al llevar una alimentación saludable en este
sentido. En una edad en la que se es naturalmente idealista pesa más los
motivos referentes a la salud social y medioambiental que el deseo de obtener,
proteger o mantener una mayor salud personal, aunque esta se alcance con la
selección de los mismos alimentos.
∞
No funciona llevar
un guion de clase y tratar de desarrollarlo a toda costa.
Sí funciona fomentar que tu público te pregunte, no te
deje avanzar y te interrumpa constantemente tratando de aclarar sus dudas.
Cuando concluyas un taller de esta naturaleza podrás considerarlo todo un éxito
si sientes que tus alumnos han sido capaces de satisfacer todas sus dudas o al
menos las que más les inquietaban.
∞
No funciona hablar
de metabolismo basal o del gasto energético, de clasificaciones de nutrientes,
de la definición de caloría, explicar el ciclo de Krebs u otros tecnicismos
alejados de los intereses reales de tu audiencia.
Sí funciona aclarar que no hay alimentos que curen el
cáncer, que lo
importante es la alimentación en su conjunto, aprender cómo se debe leer una
etiqueta en el súper o la importancia de excluir los alimentos insanos antes
incluso de introducir en la dieta los alimentos sanos. En definitiva, hablar de
aspectos prácticos de su cotidianidad, hablar de aquellas cosas que realmente
les importan.
∞
No funciona centrar
la charla en los alimentos que no deben consumir.
Sí funciona centrar la
charla en las alternativas existentes a los alimentos insanos, hablar de la
comida real y de los miles de posibilidades que tiene una dieta basada en
alimentos de verdad evitando los ultraprocesados. Debemos centrarnos en el
mensaje positivo y cuando hablemos de un alimento insano debemos presentar su
alternativa saludable. Al finalizar tu intervención, la sala no debe
acabar con la sensación de que nada de lo que hace sirve, y que es un imposible
comer bien y seguir siendo felices. No nos centremos en el problema, sino en
las soluciones.
∞
No funciona usar
un lenguaje demasiado técnico o académico.
Sí funciona usar un lenguaje cercano y que sea capaz
de entender cualquiera que se aproxime a tus seminarios. Por supuesto, esta
norma podrás matizarla en función del nivel cultural de la audiencia o de si
esta está formada por personal sanitario. En definitiva, un buen comunicador
debe ajustarse a su público, siendo empático y adaptándose a sus exigencias.
∞
No funciona usar
como base para las charlas manuales desfasados. Puede contribuir a que sigas
extendiendo bulos y conocimientos ya superados.
Sí funciona basarse en la evidencia científica
actualizada. Facilita a tu audiencia los enlaces a las referencias
bibliográficas en las que basas tu trabajo, esto te dará mayor credibilidad y
hará consistente los conocimientos que impartas.
∞
No funciona dar cifras,
porcentajes ni gramos. Los números que no se acompañan de referencias prácticas
no aportan gran cosa. Que la distribución calórica de proteínas, lípidos e
hidratos de carbono aconsejada por algunos expertos es de un 15%, 30%, 55%, al
público en general, le dice lo mismo que si le dijeses que es de un 80%, 3%
17%, es decir nada.
Sí funciona convertir las raciones en volúmenes, en
medidas caseras, en frecuencias de consumo, o bien en utilizar la palma de la
mano para mostrar a qué nos referimos cuando hablamos de las distintas raciones
de alimentos. Por ejemplo, es mejor decir que el tamaño de una ración de carne
no debe superar el tamaño de la palma de nuestra mano, o lo que es casi lo
mismo, que no debe ser mayor que el tamaño de una baraja de cartas, a que
digamos que debe pesar 110 g; es mejor hablar de que debemos consumir un plato
de verduras en cada comida principal, a que la cantidad de verduras recomendada
es de 400-500 g/día.
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No funciona la
charla expositiva y demasiado teórica.
Sí funciona el taller participativo y práctico en el
que utilices el método interrogativo para buscar la interacción con tu
audiencia. El objetivo fundamental de cualquier charla básica de educación
alimentaria es que el alumnado aprenda qué comer y a como confeccionar sus
propios menús saludables. Yo utilizo para ello el método FICOMESA que diseñé
con este fin y cuya explicación introduje en este post. Las actividades prácticas en nuestras
sesiones deben buscar afianzar los conocimientos más importantes que queramos
transmitir.
∞
No funciona construir
conocimientos sin demoler falsas creencias.
Sí funciona hablar de lo que es cierto en alimentación
desmintiendo lo que es erróneo. Cuando des unos cuantos talleres verás que las
preguntas que te hacen habitualmente son siempre las mismas: ¿la fruta de
postre engorda?, ¿el pan, los frutos secos o el aguacate engordan?, ¿engorda
cenar de noche hidratos de carbono?, ¿es mejor la estevia para adelgazar?, ¿qué
es más saludable la mantequilla o la margarina?, ¿y qué engorda menos?, ¿el
aspartamo provoca tumores en el cerebro?, ¿cuándo debemos obligar a comer a un niño?, ¿se puede tomar un yogur caducado?, ¿si tomas
"Actimel" dejas de fabricar tus propias bacterias beneficiosas?... y
como estas o parecidas unas cuantas más. Puedes centrar tu charla en las falsas
creencias o mitos desde un principio, pero si no lo haces así debes prepárate a
desterrarlos en el apartado de ruegos y preguntas, porque la gente está ansiosa
por saber y tiene un lío tremendo con las informaciones que de un modo
contradictorio e interesado se vierten desde los distintos medios de
comunicación, este será gran parte de tu trabajo.
∞
No funciona ser
demasiado reduccionistas y centrar el mensaje de una alimentación saludable
solo desde la perspectiva de los beneficios que se obtienen para la salud,
resulta demasiado manido.
Sí funciona expandir
las fronteras de lo que significa comer bien y de su importancia para la salud
del planeta introduciendo conceptos como alimentos de cercanía o de temporada,
comercio justo, reciclaje, desperdicio de alimentos, contaminación
medioambiental, gases de efecto invernadero, economía circular etc. Haciendo entender que elegir
qué se compra es un acto político en sí mismo y que, por tanto, nuestro carro
de la compra debe convertirse en un carro de combate, como "grita" el
doctor José Esquinas Alcázar en cada una de sus
conferencias magistrales.
∞
No funciona no
llevar bien preparada tu charla. Cuando das respuestas erróneas o poco precisas
tus alumnos lo saben, se lo dirán tus gestos de inseguridad y además lo
percibirán como una falta de respeto por tu parte hacia ellos.
Sí funciona decir que no lo sabes, así de simple. Si
bien es cierto que el 95% de las preguntas siempre son las mismas y estas
aprendes a superarlas tras tus primeras intervenciones, lo cierto es que
siempre te podrán hacer alguna para la que no tengas respuestas en ese momento,
entonces, lo mejor que puedes hacer es reconocer que lo ignoras. El público
apreciará tu sinceridad y será mejor siempre a que des cualquier respuesta errónea
que confunda y termine dañando tu reputación. Cada pregunta que te hagan y no
sepas, anótala, si puedes envía la respuesta a quien te la formuló o haz que
forme parte de los apuntes que entregues con posterioridad. Ten en cuenta que
si te hacen una pregunta una vez es muy probable que vuelvan a formulártela en
otra ocasión.
∞∞∞
Creo que la docencia es una de las partes
más nobles de este apasionante trabajo nuestro. Es muy gratificante llegar a
influir positivamente en la vida y en la salud de otras personas, es parte de
la magia de esta profesión, por eso deseo y espero que este post “SÍ TE FUNCIONE”.
José María Capitán
dietista-nutricionista
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y Sostenibilidad
Excelente publicacion
ResponderEliminargracias!
ResponderEliminarhas sido de mucha inspiración en un momento crítico de mi carrera
por eso, gracias!
Gracias, muy buena orientación.
ResponderEliminarMuchas gracias, excelente aporte.
ResponderEliminarMuchas gracias!! Es gratificante que se comparta lo que se sabe, incluso lo que se ha hecho erróneamente, para saber lo que funciona
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe siento muy identificado con muchos de los puntos que has expuesto de forma muy clara. Siempre aprendo de cada charla que doy. Al final aunque sigas un guión general, has de estar preparado para la improvisación y lo inesperado y eso te hace aprender mucho.
ResponderEliminarGracias por compartir tus experiencias. Un cordial saludo.
Gracias por la información, Muchas de las cosas que no funcionan, las he vivido en mi propia actividad. La charla "por descubrimiento" exige mucho conocimiento y preparación.
ResponderEliminarExcelente! gracias por la información me ha sido de mucha utilidad!
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