EL CAMINO TORTUOSO DE SER TÉCNICO SUPERIOR EN DIETÉTICA

TSD vs. GNHD

Hace muchos años cursé los estudios de Técnico Especialista en Dietética y Nutrición (TEDN), titulación que fue sustituida y convalidada por la del actual Técnico Superior en Dietética (TSD); posteriormente hice el Grado en Nutrición Humana y Dietética (GNHD) y un máster en agroalimentación.

En este artículo voy a tratar un tema muy delicado que abordaré con el máximo respeto y tacto posible para evitar herir, en la medida de lo posible, ciertas sensibilidades; no obstante, no omitiré nada de lo que tengo que decir, por lo que no dudo que más de uno se sentirá molesto conmigo y me calificará como persona no grata a partir de ahora.

Cuando estudié la especialidad técnica en dietética no existía el Grado de Nutrición Humana y Dietética en España. Al finalizar mis estudios hice tres años de voluntariado en los que adquirí una gran experiencia en nutrición clínica. Posteriormente, me dediqué a la docencia impartiendo talleres y cursos sobre educación alimentaria, dietética, nutrición, bromatología o dietoterapia, trabajando para decenas de entidades durante años. Durante todo este tiempo también he tenido la oportunidad de prestar mis servicios en restauración colectiva, investigación, promoción de la salud y nutrición comunitaria, entre otras muchas actividades. Desde que terminé mis estudios técnicos nunca dejé de trabajar y pronto adquirí un gran rodaje que me facilitó tener aún más trabajo, hasta que finalmente obtuve una plaza como dietista en el ayuntamiento de mi ciudad.

Poco después de terminar mi formación profesional aparecieron las primeras promociones de Diplomados en Nutrición Humana y Dietética, pero esto no suponía ninguna amenaza para aquellos primeros dietistas que nos habíamos posicionado en distintos menesteres. De hecho, un grupo reducido de técnicos copamos puestos relativamente relevantes en instituciones públicas y privadas, adquiriendo cierta responsabilidad y contribuyendo al éxito de nuestras empresas. En aquella época, prácticamente, no existía la consulta privada del técnico para tratar obesidad o cualquier otra patología.

No fue hasta unos años después que los TEDN y TSD empezamos a ver que se complicaba nuestro quehacer profesional ante la irrupción, del Diplomado primero, y del Graduado después. Tras once años impartiendo cursos de formación con excelentes resultados y buenas valoraciones por parte de mi alumnado, las empresas contratantes dejaron de llamarme y prefirieron hacerse con los servicios de docentes universitarios, requisito impuesto por la administración para la concesión de las "acciones formativas". Recientemente, otras compañeras dietistas, magníficas profesionales y queridas amigas, que habían trabajado durante décadas para empresas de restauración colectiva, fueron despedidas y sustituidas.

La situación actual dibuja un panorama cada vez más complicado para trabajar como técnico al mismo nivel que lo hacíamos hace tan solo unos años. Se reduce mucho el campo de actuación y proliferan las consultas privadas como, casi, única salida profesional viable. Todo ello, a pesar de las limitaciones que muchas comunidades autónomas ponen al técnico en dietética para abrir consulta y ejercer, y desde las dudas legales respecto a que se pueda tratar patologías tan complejas y difíciles de abordar como la obesidad por un profesional no universitario.

Por otra parte, el técnico, cada vez más acorralado, se siente engañado y abandonado por una administración que no le protege ni le atiende. Al mismo tiempo, se muestra muy enfadado con el graduado, del cual siente que le resta opciones en el terreno laboral, algo que es completamente cierto. Además, esta situación se agrava por la incapacidad crónica del dietista, ya desde sus orígenes, de asociarse de una forma efectiva y luchar conjuntamente por sus intereses, lo cual le hace ser muy vulnerable y carecer de fuerza alguna ante cualquier negociación que pueda mejorar su situación.

ERRORES IMPERDONABLES DE LA ADMINISTRACIÓN

Nivel formativo

Sin duda, darle carácter de ciclo formativo a una disciplina tan importante y compleja como la nutrición fue el primer gran error de la administración. En otros países no tuvieron duda y estos estudios fueron concebidos originariamente como universitarios. Este error ha sido garrafal, y hay que denunciarlo, porque todos estamos pagando por ello. Posiblemente, esto se trató de solventar arrancado del título del técnico la palabra "Nutrición" tras la entrada en vigor de los nuevos planes educativos. Así, el "Técnico Especialista en Dietética y Nutrición" que realizaba sus estudios durante tres años, pasó a denominarse "Técnico Superior en Dietética" que los concluía en apenas dos, con base en el Real Decreto 536/1995, del 7 de abril. Sin embargo, las competencias profesionales, prácticamente, se mantuvieron intactas, por lo que el problema lejos de resolverse se cronificó. 

Definición de las competencias

Si analizamos las competencias del dietista y las comparamos con las del dietista-nutricionista vemos que algo no nos cuadra. Y es que es difícil de entender que dos titulaciones que se encuentran en distintos niveles educativos tengan competencias tan similares, hasta el punto de llegar a solaparse la una con la otra. Sobre el papel, el técnico puede hacer casi lo mismo que el graduado, en la práctica su formación y preparación son muy diferentes.

Permanencia del ciclo formativo

Una vez cometidos los dos primeros errores, y ya sin remedio, cabría esperar una rectificación por parte de la administración y que dejara de ofertar un ciclo que tiene tan pocas salidas profesionales. Al TSD cada vez se le demanda menos por parte de las entidades contratantes y también se le pone muchas trabas desde las administraciones autonómicas para su ejercicio profesional como autónomo. Siguiendo la tendencia actual, dentro de unos años, el TSD será completamente "devorado" por el GNHD, el cual goza de mayor prestigio social, mayor formación y más posibilidades de crecer académicamente, cursando másteres, títulos oficiales y accediendo a los estudios de doctorado. El técnico, en cambio, tiene que conformarse con cursos no oficiales o de escaso reconocimiento académico que imparten entidades privadas previo desembolso económico.

ERRORES, TAMBIÉN IMPERDONABLES, DE LOS TSD

No asociarse*

Este es el gran error histórico de una profesión que se ha dejado comer terreno laboral sin tan siquiera pestañear. A pesar de los numerosos intentos por asociarse en los últimos 30 años, se sigue en las mismas. Quizá por el hecho de que, a pesar de la ingente cantidad de técnicos que salen cada año de los institutos de FP de toda España, son pocos los ejercientes; quizá porque la mayoría ha entendido que estos estudios solo son un puente para estudiar el GNHD u otras profesiones sanitarias, o simplemente porque nunca ha habido una conciencia real como colectivo. El hecho es que, salvando alguna honrosa excepción como la del Colegio de TSD de Valencia, no hay mucho más que rascar.

Arremeter contra el dietista-nutricionista

Furioso con la situación, el técnico culpabiliza de su situación laboral al profesional universitario con argumentos muy poco convincentes: a) “fuimos los primeros, luego tenemos más derecho”; b) “dietistas y dietistas-nutricionistas deberíamos luchar todos juntos para avanzar más, pero los graduados no nos apoyan”; o c) “los dietistas-nutricionistas son tan “egoístas” que se quieren quedar con todo nuestro trabajo”, afirmaciones todas ellas muy frecuentes en los foros de debates en los que participan TSD y que son difíciles de rebatir sin salir mal parado.

Seguir apostando por una profesión sin futuro

Leo continuamente a muchos dietistas animando a otros a estudiar TSD. Creo que dada la situación es un auténtico despropósito; y es que un error compartido no lo hace menos doloroso. Por otro lado, entidades privadas dedicadas a la formación venden sus cursos a técnicos y les animan a seguir formándose con ellos, entre otras cosas porque "la universidad está desfasada" y ellos completamente "actualizados", de esta forma aprenderán más que si cursan el grado. Esto me parece que es aprovecharse de la inocencia de un colectivo que lucha por sobrevivir y no quiere renunciar a trabajar en aquello que más le gusta.

¿HACIA DÓNDE IR?

Objetivos comunes por los que debería luchar el técnico de ser capaz de asociarse y remar en una misma dirección

Dada la situación actual, y para no prolongar más esta agonía laboral, lo más lógico sería reivindicar políticas dirigidas a facilitar el acceso a la titulación de grado al TSD y no seguir promoviendo que tanta gente pierda su valioso tiempo. Quizá los tiros podrían ir por aquí:

• Facilitar el acceso al grado de todos los técnicos de forma prioritaria.

• Convalidar un mayor porcentaje de asignaturas del ciclo en la carrera para así favorecer la obtención de la titulación universitaria.

• Convalidación directa de la carrera a aquellos técnicos que puedan demostrar una experiencia laboral suficiente, a expensas, en todo caso, de acreditar el nivel de idiomas. 

• Exigir el fin de la titulación de TSD en las condiciones actuales y,      por tanto, evitar que salgan nuevas promociones con un futuro cada vez más incierto.

JUGUEMOS A UN TRÁGICO "VERDADERO O FALSO"

Durante años he escuchado debatir sobre algunos aspectos que creo conviene aclarar, a pesar de que hacerlo pueda resultar impopular.

Los técnicos no están lo suficientemente preparados para ejercer (V/F)

Hoy hay TSD muy activos en redes sociales, que demuestran su interés y amor por lo que hacen, mostrando que son grandes profesionales en continua formación y desenvolviéndose a un gran nivel. Algunas de mis antiguas compañeras dietistas, las cuales han trabajado como técnicos por más de veinte años, tienen un nivel de preparación científica equiparable a la de cualquier D-N. Con estos dos ejemplos quiero decir que hay gente muy buena dedicándose a esto. Pero los casos individuales no son aplicables al colectivo. Existe una escasa formación científica de base, especialmente si tenemos en cuenta los temas tan complejos que hay que abordar: la alimentación humana, la dietética y la nutrición, ¡nada más y nada menos! Es decir, es necesario adquirir una mayor preparación científica y académica para ejercer con suficiente solvencia y, hoy por hoy, el ciclo superior no es suficiente, a pesar de lo que pongan "los papeles". 

La carrera está muy desactualizada y lo que se enseña es lo mismo que se enseña en el ciclo. En realidad, los técnicos y graduados no difieren tanto en su formación y están igualmente preparados para hacer las mismas cosas (V/F)

En la carrera de nutrición, como pasa con otras muchas carreras, puedes encontrar a profesores muy actualizados e implicados y a profesores que prepararon una vez sus PowerPoint y que décadas después siguen viviendo de ellos. Actualmente, en las distintas facultades donde se imparte el grado, ya podemos encontrarnos con D-N y D-N doctores impartiendo distintas asignaturas y sumándose a los equipos de otros docentes en los distintos departamentos. Y esto se nota, porque cada año se ven las mejoras formativas en las nuevas promociones que van acabando la carrera. Puedo confirmarlo de primera mano al ejercer como tutor de prácticas de empresa o ayudar a otros tutores de prácticas con los estudiantes. 

De cualquier forma, aunque el grado estuviera muy desactualizado, que puede pasar en alguna facultad, no te digo yo que no; el que salga de ella tendrá en sus manos una titulación suficiente como para poder seguir aprendiendo a través de cursos oficiales y seguir desarrollándose profesionalmente. El título le dará siempre una mayor credibilidad y le permitirá ejercer desde la comodidad de un mayor reconocimiento académico y social. Sin título universitario, en el campo de la dietética y la nutrición, igual que en otros muchos, tanto en este país como en otros, te será difícil obtener el reconocimiento que merece tu trabajo. Esto te parecerá injusto y puede que no estés de acuerdo conmigo, pero, créeme, yo lo he vivido durante muchos años y los que me conocen saben bien a lo que me refiero.

Los dietistas-nutricionistas están en contra de los técnicos (V/F)

La mayoría de los D-N simplemente ignoran la presencia del técnico, hoy para el D-N el técnico es una amenaza menor que no le resta excesivas posibilidades a la hora de encontrar un empleo. Pero sí puede crear recelos ciertas actitudes de algunos técnicos. Pongo un ejemplo muy representativo. Desde hace algún tiempo, cada vez que un graduado publica algún texto en el que se refiere a su profesión, algún técnico airado le afea que no se nombre también a su colectivo, ya que ambos, graduado y técnico, pertenecen al mismo gremio profesional. Esto se interpreta como una falta de consideración y una forma de ir en contra de los TSD. Vayamos por parte. En primer lugar, resulta muy pretencioso que algunos técnicos alardeen de pertenecer al mismo gremio que el D-N. Lamento decir que para pertenecer al mismo gremio no queda otra que dedicar cuatro años, como mínimo, para superar las 41 asignaturas y el Trabajo Fin de Grado que tiene la carrera. Dicho esto, más de un técnico ha logrado suficientes méritos profesionales como para que los D-N lo deban considerar un compañero más. En segundo lugar, ningún D-N tiene la obligación de nombrar en cada texto la figura del TSD cuando se refiere a las funciones o a los trabajos que puede realizar el D-N, aunque estos sean comunes a los del dietista.  ¿Por qué tendría que hacerlo?, también deja de nombrar al endocrino y este no se revira. No parece lógico que los profesionales de un gremio, exijan a los del otro que lo tengan en continua consideración, máxime cuando los del primer gremio, cuando se refieren a los del segundo, no lo hacen siempre con palabras amables, como se puede comprobar en los foros de debate de los TSD. Esto no contribuye precisamente a crear buen clima entre ambas profesiones. Bueno, siento ser así de duro, pero si pongo este ejemplo es para remarcar que no son las maneras. El TSD debe mostrar su madurez y ser conscientes de su realidad como primer paso para tratar de cambiarla y copar su propio espacio.  Y ese espacio lo debe obtener de un modo autónomo, sin esperar la ayuda desinteresada de ningún otro colectivo, de lo contrario, se generarán muchas frustraciones, como de hecho está ocurriendo. 

Existen D-N que están a favor de los dietistas; esos son los "buenos" (V/F)

Un porcentaje muy elevado de D-N somos también técnicos y como tales comprendemos plenamente la difícil situación del dietista y empatizamos con él mostrando nuestro afecto y nuestro apoyo, aunque no digamos siempre lo que se querría escuchar. Sí, es cierto que muchos D-N se muestran claramente a favor del dietista y que esto les hace ganar simpatías en este colectivo. Sin embargo, también es cierto que los dietistas son muy numerosos en España y que constituyen un grupo diana de posibles "clientes" que no conviene desestimar. Solo en mi ciudad, cada año, se forman unos 200 - 300 técnicos y, aunque pocos terminarán ejerciendo, son muchos los que lo intentarán. Es cierto, no se puede generalizar, pero nos tenemos que preguntar si tras las muestras de simpatía de algunos D-N no se esconden otros intereses, como la venta de cursos, de libros o de mantener vivas unas redes sociales que necesitan de una legión de seguidores para adornar con múltiples "likes" cualquier cosa que se diga. Buscar el aplauso fácil, es eso, fácil, exponer la cruda realidad no siempre es tan popular y hoy, a mí, me ha tocado ejercer de "malo". 

Los D-N se quedan con todo el trabajo de los técnicos (V/F)

Casi cierto, cada vez más, aunque hay lugares como Andalucía en el que el técnico tiene plaza en el sistema sanitario y el D-N no. Y si bien esto es cierto, no es menos real que, probablemente, trabajen más D-N en los hospitales que técnicos. Te lo explico: yo mismo participé en la preparación del temario para técnicos en unas oposiciones que se convocaban para todos los hospitales de toda Andalucía y que se esperaban desde hacía más de una década. Creo recordar que se ofertaban solo 9 plazas, ¡ridículo!, ¡después de tanto esperar! Al mismo tiempo, es frecuente que los hospitales externalicen el servicio de catering, y son las empresas de restauración colectiva quienes generalmente prefieren contratan D-N, aumentando considerablemente su número en los centros sanitarios de toda la región. 

Si técnicos y D-N se uniesen y trabajaran conjuntamente por unos mismos objetivos se beneficiarían mutuamente (V/F)

Esto lo he escuchado hasta la saciedad, pero no es cierto. El único beneficiado de esta asociación sería el propio técnico, de ahí su interés. Y es que el TSD está en claro retroceso laboral, y beneficiar al técnico no es algo que a priori le interese demasiado al graduado, máxime cuando el D-N busca, precisamente, su propia expansión, ¿no te parece? No nos engañemos, la posición laboral del D-N tampoco es buena, existe mucho intrusismo profesional y otros sanitarios ejercen sus funciones dificultando su incorporación al Sistema Nacional de Salud. Además, al ser una carrera tan nueva necesita prestigiarse, algo que le costará aún más si hay otros profesionales no universitarios que tienen un nivel competencial similar. Pero si hay algo que juega a favor del D-N y, como ya he comentado, de lo que adolece el dietista, es su capacidad para asociarse, de trabajar desde los colegios y consejos profesionales y de establecer diálogos con interlocutores válidos de las administraciones públicas y privadas para mejorar su situación laboral. Esto hace que el D-N tenga un panorama más halagüeño y que, probablemente, sea solo cuestión de tiempo que consiga plenamente sus objetivos.

Seamos honrados, el D-N hace lo que cualquier profesional, luchar por sus intereses con las herramientas que le otorgan la administración pública y su propia preparación personal. No se le puede culpar por ello, ni exigirle que trabaje por otro gremio que no sea el suyo; un gremio que, además, le puede plantear cierta competencia. Sería un poco tonto, ¿no? 

No es responsabilidad del D-N los errores cometidos por la administración, esto es solo demérito de ella misma, la cual ha privado al técnico de tener competencias específicas que ofrecer a la sociedad.

PARA ACABAR... 

Cuando terminé la especialidad técnica, allá por los años noventa, hice lo imposible por estudiar la carrera. Sopesé la idea de cursarla, primero en Francia y después en Argentina. Desgraciadamente, mis circunstancias personales me hicieron desestimar estas opciones y tener que esperar muchos años después a que se abriera la posibilidad en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Hoy se puede estudiar en decenas de facultades en numerosas ciudades. Cuando logré terminar la carrera ya tenía un trabajo estable como técnico, trabajo que sigo desempeñando como tal y con el que me gano el pan integral de cada día. Al acabar la carrera contaba con 48 años y un deseo inmenso por seguir formándome, así que continué estudiando. Tras todos estos años hasta llegar aquí, he podido comprobar lo difícil que es ser dietista, como se denosta a esta profesión y el ninguneo del resto del personal sanitario hacia el trabajo que se desarrolla como tal, pero es lo que hay, o bien lo aceptas, o bien vives amargado, o bien decides dar un salto.

Si eres TSD te animo a que, si el mundo de la dietética y la nutrición te apasiona, si estás enamorado de esta profesión, como yo lo estoy, te atrevas a dar un salto y hagas la carrera. Ese salto ya lo hemos dado otros muchos técnicos como tú. Cursar el grado debería ser tu prioridad, ya que es la única salida viable a medio plazo para incrementar tus opciones laborales y dedicarte a lo que realmente te gusta. Sí, es duro, pero si alguien con responsabilidades familiares, con un horario de trabajo que cumplir y ya bien metido en los cuarenta lo ha conseguido, seguro que tú también puedes hacerlo. 

Si eres estudiante y estás dudando entre hacer TSD o GNHD, no permitas que te engañen, el camino de ser dietista no es el camino corto para empezar a trabajar antes, es un camino que dibuja un gran rodeo, un camino largo y tortuoso, lleno de dificultades e insatisfacciones. Y aunque haya gente que lo haya conseguido, yo he sido uno de ellos, el trabajo como técnico tiene los días contados. Si alguien te dice lo contrario es que, o bien no te está diciendo la verdad, o bien no tiene la perspectiva que da el tiempo, los años y el análisis de los acontecimientos.

José María Capitán

dietista-nutricionista

*NB: a fecha de 22 de junio de 2021, Ana Aparicio se pone en contacto telefónico conmigo para indicarme que ya existe, desde hace dos meses, una Asociación Nacional de Dietistas TSD, de la cual es presidenta. Iniciativa que aplaudo y apoyo y que, sin duda, supone un paso necesario para abordar los grandes desafíos a los que actualmente se enfrenta el colectivo.

La página web de la asociación es: https://asnadi.org/

El link para asociarse es: https://asnadi.org/asociate/

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