viernes, 22 de mayo de 2020

SER DIETISTA-NUTRICIONISTA PEDIÁTRICO: PASIÓN Y COMPROMISO

Entrevista a María Rodríguez Lazo y Laura Ramírez Martínez


María Rodríguez Lazo (izquierda) y
 Laura Ramírez Martínez (derecha)
¿Piensas que la nutrición infantil es una especialización con futuro? María y Laura están convencidas de ello. Ambas trabajan en el Instituto Hispalense de Pediatría y son pioneras en España en este difícil campo profesional. Las conocí hace más de 10 años, mientras cursábamos la carrera de Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Laura pertenece a la primera y María a la segunda promoción de una carrera tan novedosa que tiene apenas unos cientos de graduados en toda Andalucía. Con ambas tuve la oportunidad de compartir muchas asignaturas y a pesar de la diferencia de edad que había entre los tres, yo comencé la carrera con 42 años, creo que conectamos bien desde un primer momento. Algunas de las características que siempre han destacado en ellas han sido su entusiasmo y seriedad en todo aquello que les ocupara, algo que ha tenido un claro reflejo después en su trayectoria profesional.

Mis dos estimadas colegas acumulan ya cuatro años de experiencia en pediatría. En este tiempo han adquirido una visión de la profesión que estoy seguro será de gran utilidad para aquellos estudiantes o profesionales de la nutrición que estén pensando en dedicarse a la clínica orientada a la alimentación de los más pequeños.

En primer lugar quiero daros las gracias por aceptar esta entrevista a través del Skype, una vía estupenda de comunicación dado estos tiempos de confinamiento.

LAURA RAMÍREZ MARTÍNEZ: Gracias a ti por invitarnos a asomarnos a tu blog

MARÍA RODRÍGUEZ LAZO: Un placer José María

Las dos os ajustáis al perfil de la dietista-nutricionista (d-n) en España, como el 88% de los profesionales de la nutrición sois mujeres y como es propio de una profesión tan nueva sois muy jóvenes, 26 y 28 años respectivamente. ¿Qué os atrajo de la nutrición pediátrica como para dedicaros a ello profesionalmente?

LAURA: Fundamentalmente fue vocación, porque me gustan los niños y porque desde que cursé la asignatura de nutrición infantil en la carrera tuve claro que era a esto a lo que quería dedicarme.

MARÍA: A mí me pasó todo lo contrario que a Laura, yo nunca me imaginé trabajar con niños, creí que mi trabajo se orientaría a los adultos, pero cuando conocí más a fondo esta especialidad, me llenó tanto, que decidí dedicarme exclusivamente a ella. Es un trabajo precioso y muy diferente al trabajo que se desarrolla en otras edades.

Además de vuestro trabajo en el Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) desarrolláis otros trabajos como nutricionistas?

MARÍA: Antes tenía una consulta privada, pero debido a la enorme demanda que tenemos en Sevilla, en el IHP, ahora me dedico exclusivamente a la nutrición pediátrica. Al principio, los médicos eran muy reticentes a derivar a sus pacientes al servicio de nutrición, pero cada vez es más frecuente que pongan en valor al d-n y tengamos más trabajo procedente de más especialidades médicas, por lo que en la actualidad tenemos incluso una lista de espera bastante larga.

LAURA: En Córdoba la situación es diferente, al ser una ciudad más pequeña tiene menos densidad de pacientes que Sevilla y esto me permite mantener mi consulta privada. Además, colaboro desde hace ya algún tiempo con ALCER, la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales a la que también dedico parte de mi tiempo.

Las dos tenéis una fuerte presencia en las redes sociales y realizáis una importante labor divulgadora y docente, ¿podéis contarme algo de esto?

MARÍA: Tengo una página en las redes sociales denominada “No es pienso, luego es pisto” en la que hablo de mi trabajo. Colaboro asiduamente con Canal Sur Radio y TV; desde el IHP se ha creado Radio IHP, en la que también participo, y en la que se hace divulgación de todas las especialidades médicas pediátricas; a través de la Fundación IHP colaboro con la Fundación MAS y, al mismo tiempo, desarrollo cierta actividad docente dirigida a padres y médicos e imparto clases en la Universidad Pablo de Olavide en cursos oficiales de posgrado. Otra de las actividades en las que estoy implicada es en la elaboración de temarios de másteres para universidades como la Autónoma de Madrid, la Cardenal Herrera de Valencia o la Universidad Católica de Valencia.

LAURALa labor de divulgación es algo que me apasiona, el poder compartir conocimiento y llegar a la población es algo increíble. Actualmente publico información de interés en mis redes y en las de NutriC, empresa que coordino junto con otro compañero de profesión y donde puedo trabajar en equipo con otros dietistas-nutricionistas.  Además colaboro como docente en distintos másteres propios relacionados con la nutrición clínica y pediátrica

Laura tú tienes estudios específicos en nutrición pediátrica, ¿no es así?

LAURA: En realidad, las dos los tenemos, ya que hicimos el mismo máster de nutrición infantil en la Universidad de Granada, “Máster en Condicionantes Genéticos, Ambientales y Nutricionales del Crecimiento y Desarrollo”, además de otros cursos de especialización. En realidad, ninguna de las dos hemos dejado de estudiar en ningún momento, continuamos formándonos permanentemente. 

¿Y fue a través de este máster que entrasteis a trabajar en el IHP?

LAURA: Bueno en el caso de María sí, ya que ella hizo las prácticas del Máster allí. En mi caso, fue a través de Alfonso Rodríguez Herrera, el profesor que me había dado la asignatura de nutrición infantil en la carrera. y con el que hice las prácticas del Grado. Además, al realizar las prácticas del Máster en el Área de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y contar con cierta experiencia profesional en nutrición clínica, el me propuso abrir el servicio en mi ciudad, en Córdoba y, por supuesto, acepté encantada. 


MARÍA: Cuando yo me incorporé, en Sevilla ya existía un servicio de pediatría. Sin embargo, este no cubría las expectativas de Alfonso, quien nos propuso a mí y a otra compañera del máster, Laura Coto, iniciar un servicio nuevo y actualizado. Este proyecto nos ha costado a Laura y a mí sangre, sudor y lágrimas, ya que suponía empezar de cero, sin materiales ni protocolos. Materiales y protocolos que hemos tenido que ir creando nosotras mismas y que hoy nos permiten realizar un trabajo muy complejo con una gran eficacia. Hay que tener en cuenta que al ser un servicio de especializaciones pediátricas llegamos a ver todo tipo de casos. Todo esto ha valido la pena, porque el número de pacientes se ha incrementado en un 3000 por ciento en los cuatro años que llevamos trabajando allí.

¿Cuáles son vuestros referentes en el mundo de la nutrición pediátrica?

LAURA: Yo lo tengo claro: Alfonso Rodríguez Herrera. Desde que comencé sus clases despertó en mí el entusiasmo que hoy siento por la nutrición pediátrica.

MARÍA: Coincidimos las dos, Alfonso es un pediatra maravilloso que tiene siempre la nutrición muy presente, que siempre está en continua actualización y siempre nos ha valorado muchísimo. De hecho, gracias a él las dos trabajamos aquí y aunque él está ahora en Irlanda, en un hospital comarcal, sigue siendo nuestro gran referente.

¿Y algún nutricionista que sea actualmente un referente para vosotras?

LAURA: Es complicado porque todavía no hay muchos "nutris" que se dediquen a esto. Nosotras hemos aprendido sobre todo de pediatras, en concreto de gastroenterólogos, neurólogos, endocrinos y alergólogos y hemos formado un gran equipo junto con Laura Coto y Ana Zurita.

MARÍA: Es cierto, además, yo nombraría también a otras compañeras que están haciendo una labor encomiable, como puede ser nuestra compañera Marta Tejón que está en Almería o Marta Herrador de Málaga, así como otras grandes profesionales que desarrollan su trabajo por toda Andalucía. También hay que destacar la labor que realizan las nutricionistas de los hospitales Vall D’Hebron y Sant Joan de Déu de Barcelona, cuya trabjo es muy especializado, trabajando cada una de ellas en distintas unidades, como la de disfagia o la de epilepsia, por poner solo algunos ejemplos. Ese nivel de especialización, ahora mismo, aquí es impensable. En cierta manera, todas nos conocemos y formamos un grupo en el que todas avanzamos juntas en una misma dirección.

¿Cuáles creéis que son las debilidades y las fortalezas para cualquier “nutri” que actualmente quisiera dedicarse a la nutrición pediátrica en España?

LAURA: Una de las debilidades que yo destacaría es que la formación en nutrición pediátrica es, en cierta medida, bastante deficiente.  En la Universidad se le dedica poco tiempo, solo una asignatura en un único cuatrimestre. Es verdad que existe la posibilidad de cursar luego un máster de especialización, pero ni siquiera este te permite prepararte debidamente para la práctica clínica con suficiente soltura. Otra importante debilidad es que aún no estemos en el Sistema Nacional de Salud, y que quien precise de nuestros servicios debe optar por dirigirse a una clínica privada.

MARÍA: Como fortaleza yo destacaría que este es un mundo maravilloso, yo me emociono muchísimas veces en consulta. La ilusión que desprenden los niños se te contagia. Te puedo decir que los he echado muchísimo de menos durante este confinamiento y me siento muy feliz de volver a la consulta y volver a ver sus caras, ahora ya en la desescalada. Ellos me escriben mensajes y y me dicen que me han visto en la tele y que estaba muy guapa, que tienen muchas ganas de verme, aunque no puedan darme un abrazo; en fin, esa sensación es indescriptible.

LAURA. Además que sabes que lo que estás haciendo en estas edades se va a ver reflejado en la edad adulta, ya que es en los primeros años donde se forman los hábitos dietéticos y donde se cimenta la salud, lo cual resulta aún más gratificante.

MARÍA: Y también que los padres hacen todo por los niños. El adulto cuando asiste a la consulta se muestra muy reticente a los cambios, pero cuando viene por su hijo, hace de todo; si cree que es lo mejor para el niño, pues allí que va. Esto marca una gran diferencia y hace que este trabajo sea aún más satisfactorio.

¿Cuáles fueron vuestras principales dificultades para adaptaros al trabajo que actualmente realizáis  en pediatría?

LAURA: Como te hemos comentado antes, una de las mayores dificultades, fue la falta de materiales específicos para nutrición pediátrica y de protocolos adaptados. Una vez elaborados, la inversión de tiempo en la consulta se ha reducido y hemos ganado en eficacia.

MARÍA: Otra de las dificultades que inicialmente tuvimos fue que los médicos no nos derivaban suficientes pacientes. Pero una vez que se dieron cuenta de todo lo que podíamos hacer, esto cambió mucho; en definitiva, le sacamos muchas castañas del fuego, porque ellos no tienen ni tiempo suficiente ni los recursos adecuados para realizar nuestro trabajo. Hoy recibimos derivaciones desde todas las especialidades: neurología, gastroenterología, alergología, endocrinología…, de todas.

¿Tenéis oportunidad de realizar labores investigadoras en vuestro trabajo?

MARÍA: En realidad sí. Existe un área dentro del IHP que se dedica a la investigación. Es cierto que cuando Alfonso trabajaba con nosotras era más fácil publicar, puesto que él tenía una gran relación con la Universidad y dirigía tesis doctorales. Hoy disponemos de muchos casos clínicos que nos gustaría dar a conocer; pero que, en más de una ocasión, solo compartimos en algún congreso o en alguna conferencia, sin llegar a publicarlos. Es una labor que me gustaría desarrollar mucho más en el futuro, ya que creo que podría ayudar a otros nutricionistas que quisieran dedicarse a esta especialidad. Del mismo modo, me gustaría crear un “Experto en Nutrición Pediátrica”, para que los estudiantes al salir del grado tuvieran la opción de adquirir una mayor especialización.

¿Qué casos son los que tratáis con mayor frecuencia?

MARÍA: Tanto Laura como yo vemos mucho sobrepeso y obesidad infantil. Aquí en Sevilla hemos creado el programa “VAMOS” cuyas siglas significan: Abordaje Multidisciplinar de la Obesidad y el Sobrepeso, la “V” inicial es la de la Victoria. Desde este programa abordamos esta patología en grupo, tanto con las familias como con los niños, obteniendo una respuesta muy positiva en relación a la que podríamos llegar a tener con la consulta individual. El programa lo creamos junto a una psicóloga y un endocrino y ha sido aceptado como Proyecto Estratégico por la Red Española del Pacto Mundial. Esta Red depende de la Organización de las Naciones Unidas y promueve que las empresas grandes, medianas y pequeñas orienten su actividad a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados en la Agenda 2030.

Si bien, en un principio, se nos conocía sobre todo por el tratamiento de la obesidad, hoy vemos también diabetes, muchos problemas gastrointestinales (disbiosis intestinal por sobrecrecimiento bacteriano, celiaquía, intolerancia a la fructosa, Crohn…), alergias alimentarias, tratamos de la conducta alimentaria y errores congénitos del metabolismo, entre otras. Por ejemplo, esta tarde tengo una aciduria glutárica y una argininémia que nos derivan del Hospital Virgen del Rocío, allí solo los pueden ver cada seis meses y los padres buscan en nosotras una mayor orientación y que estemos más encima de sus hijos. Aunque quizás la dieta que más me emociona, por el cambio que supone en la vida del niño, es la dieta cetogénica para epilepsia refractaria. Esta dieta para mí es la verdadera dieta milagro, y no la dieta de la piña o la dieta détox —María ríe de manera franca, mientras Laura asiente con una sonrisa— El cambio que se produce en los niños que llevan esta dieta llega a ser radical. En una primera consulta puedes verlo entrando en silla de ruedas, mirando al suelo. Pasado un tiempo regresan por su propio pie, mirándote a los ojos, chocándote la mano, realmente es una sensación increíble.

Pero, no solo vemos a niños con patologías, también vemos a niños sanos; orientamos a sus mamás sobre alimentación complementaria, revisamos la dieta de sus hijos, les valoramos su estado nutricional, vemos a niños que son comedores selectivos y cuyos padres se empiezan a preocupar porque puedan desarrollar sobrepeso, en fin, como ves vemos de todo.

Lo que está claro es que la verdadera universidad es la práctica. Estoy seguro que algunas de las dietas que mencionas, muchos “nutrís”, ni siquiera las han estudiado en la carrera.

MARÍA: Es cierto, yo tengo tres alumnas en prácticas cada trimestre, de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, de la Universidad de Granada y de la Universidad de Murcia, y es que alucinan, porque nos comentan que algunas de las patologías que tratamos no las han visto en su vida. Pero, no solo las que pueden sonar menos como las metabolopatías, es que no saben por dónde empezar con dietas tan de moda como la baja en FODMAP, en fin...

LAURA: La práctica te permite enfrentarte a cada paciente y a tener que analizar y estudiar cada caso concreto, dedicándole el tiempo que sea necesario. Es una gran responsabilidad, pero el objetivo es ayudarle con su problema de la forma más efectiva posible.  

Dado el momento que estamos viviendo, os tengo que preguntar cómo ha afectado a vuestro trabajo el estado de alarma.

LAURA: Yo he mantenido mis consultas online, pero a partir de la semana que viene ya me incorporo a la consulta presencial, guardando todas las medidas de seguridad, tal y como se nos ha indicado desde el colegio profesional (CODINAN) y observando todas las medidas implementadas por IHP.



MARÍA: Sí, tomaremos todas las medidas necesarias para que la consulta sea segura.

Dentro de las actividades de las comisiones de trabajo del CODINAN, estáis colaborando en la revisión de las raciones de alimentos recomendadas para menores de tres años. ¿Les estamos recomendando de forma incorrecta a los padres sobre como alimentar a sus hijos?

LAURA: El estudio de las raciones en pediatría es bastante controvertido. Si ya para adultos las raciones no son ideales, en pediatría pasa lo mismo. Creo que, efectivamente, habría que actualizar las recomendaciones sobre la frecuencia en el consumo de alimentos para los menores de tres años. Se sigue aconsejando lo mismo que hace décadas, mientras que los conocimientos que tenemos hoy han evolucionado mucho.

¿Cuál es el principal error en la alimentación de nuestros niños y niñas al que se tiene que enfrentar el d-n?

LAURA: El consumo de alimentos ultraprocesados y el bajo consumo de alimentos saludables como son las frutas, verduras, cereales integrales o legumbres.

MARÍA: Yo creo que la alimentación de los niños se ha desvirtuado mucho, ahora estos toman demasiadas cosas de “cajitas”. Todo está muy procesado. En especial, con las comidas que se hacen en los desayunos, medias mañanas y meriendas se suele meter mucho la pata y se consume un exceso de bebidas azucaradas, galletas, bollería y cereales para el desayuno. Muchos niños no han visto nunca lo que es una remolacha o una coliflor; parte del tiempo de la consulta la invierto en enseñarles a conocer las frutas y verduras para fomentar su consumo. Esto lo hacemos también con los padres para que entiendan que alimentos son los que hay que potenciar en la alimentación infantil y cuáles son los que hay que evitar.

En España todos conocemos la situación del nutricionista clínico en general, y la del nutricionista clínico infantil todos la podemos imaginar. Vosotras de hecho sois pioneras en este campo y quizá dentro de no muchos años seáis verdaderos referentes, pero ¿cómo está la situación en el resto de Europa o en el resto del mundo?, ¿hay esperanzas para que se desarrolle la profesión en esta área, o está igual en todos lados?

LAURA: Bueno, existen países como el Reino Unido en el que el d-n sí está en el sistema de salud público y sí pasan por planta visitando a los pacientes, realizan valoraciones nutricionales, se dedican a confeccionar los menús para los niños, elaboran la alimentación enteral y parenteral en la farmacia del hospital, incluso puede enfocar su trabajo según especialidades.

MARÍA: También decir que mientras que aquí priorizamos en consulta temas como la obesidad infantil, en otros países lo que se trata fundamentalmente es la desnutrición, que es la otra cara de la moneda. En estos países el nutricionista hace una importante labor realizando un trabajo imprescindible y muy gratificante. Aquí en España quizá el d-n que está en planta y rota por las distintas especialidades se encuentra en lugares como Barcelona, donde al terminar la carrera pasa por las distintas unidades del hospital completando de este modo su formación. Aquí en Andalucía aún estamos muy lejos de ello.

Quizás haría falta un NIR (Nutricionista Interino Residente) similar al MIR de los médicos al acabar la carrera para adquirir ese grado de especialización, ¿no creéis?

MARÍA: ¡claro! es que no podemos saber de todo; por tanto, cuánto más te especialices mejor servicio podrás realizar.

LAURA: totalmente de acuerdo.

¿Cómo veis el futuro de la nutrición pediátrica en España?

MARÍA: Yo lo veo en positivo, durante estos cuatro años he podido ver de primera mano todo lo que ha evolucionado, como los médicos confían cada vez más en nosotras para derivarnos pacientes, cómo los padres confían cada vez más en nuestro trabajo. No podemos olvidar que mientras que el resto de las especialidades quedan cubiertas por el seguro privado, en el caso de la consulta de nutrición pediátrica, los padres tienen que abonarla de sus bolsillos. Ellos aprecian el servicio que les damos a sus hijos, el tiempo que les dedicamos y, en definitiva, la calidad del servicio que ofrecemos.

LAURA: En relación a la progresión de la nutrición Infantil en el ámbito privado esto es así, sin duda. Es en relación a lo público donde todavía queda mucho por andar hasta que se valore nuestra figura y se den cuenta de todo lo que podemos aportar. Mucho me temo que cuando por fin el d-n se incorpore al Sistema Nacional de Salud no se priorice la pediatría entre sus labores, ¡ojalá me equivoque!

¿Y no creéis que esta situación que estamos viviendo tan anómala, en la que se ha puesto en valor el increíble trabajo del personal sanitario, no podría favorecer que hubiera una mayor sensibilidad a la hora de incorporar al d-n dentro de los equipos multidisciplinares de los hospitales? Precisamente, algunas de las patologías derivadas de la mala nutrición como la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares disminuyen la supervivencia del enfermo de la COVID-19, en este campo también el d-n tiene mucho que decir, ¿no?

MARÍA: Es posible, en general, no hay nadie en los hospitales que valore el estado nutricional de los enfermos en su ingreso o a la salida del mismo. ¡Podríamos hacer tanto en este medio!, por ejemplo, que la estancia del paciente fuera menor mejorando su estado nutricional.  Esto no solo beneficiaría al paciente, sino al propio Sistema de Salud que podría ahorrar mucho dinero en estancias hospitalarias, con todo lo que ello conlleva. Lo cierto, es que sí que veo un interés creciente por nuestra figura, y que con el tiempo el d-n clínico será una realidad en nuestros hospitales. Antes se nos consideraba solo como “gordólogos” y hoy ya se empieza a conocer que en realidad podemos aportar mucho más, como de hecho lo estamos demostrando. No sé el tiempo que nos llevará, pero prefiero pensar que terminaremos estando allí donde se nos necesita.

LAURACada vez se está viendo más la necesidad de nuestro trabajo, yo estoy teniendo más contacto con lo público por mi trabajo en ALCER y sí que es verdad que se observa ese interés creciente que dice María. En cuanto tengamos la oportunidad, creo que se consolidará rápidamente nuestra figura en todos los centros sanitarios.

MARÍA. A nosotras esto nos ha ocurrido en el IHP con endocrinólogos como Eugenio Fernández, que todo paciente que ve nos lo termina derivando, dándonos nuestro lugar y reconociendo la importancia de nuestro trabajo.

¿Qué consejos le daríais a un Nutricionista o a un estudiante de nutrición que quisiera dedicarse a la nutrición pediátrica en estos momentos?

LAURA: entusiasmo, ganas, esfuerzo…, y seguir estudiando, ampliar conocimientos a través de másteres, cursos de expertos u otra formación que amplíe lo aprendido en la carrera. Intentar formar o incorporarse a un equipo multidisciplinar, en el que además del nutricionista estén representados endocrinos, pediatras, gastroenterólogos, psicólogos, alergólogos, neurólogos, entrenadores físico-deportivos o fisioterapeutas, dependiendo de las especialidades que se vayan a trabajar.

MARÍA: te tienen que gustar los niños, yo creo que la pasión y la ilusión son las que mueven el mundo, son las que te hacen ir con ganas a trabajar y estar motivado para hacer las cosas, elaborar herramientas para los pacientes, los protocolos de actuación, las estrategias a seguir con ellos. La parte más cruda de esto es la dedicación, el tiempo y el sacrificio que requiere que a veces se extienda incluso a los fines de semana. Tiempo que le quitas a los amigos, a la familia a tu propio ocio y que en su lugar inviertes en congresos, en formación y en seguir trabajando más allá de un horario establecido.

¿Antes de terminar la entrevista queréis añadir algo más que consideréis importante y que queráis dejar dicho?

MARÍA: yo quisiera animar a los nutricionistas o futuros nutricionistas que vayan a leer esta entrevista a que no lo duden y se especialicen en este maravilloso mundo de la nutrición pediátrica, porque es muy gratificante el trabajo que desarrollamos en esta área. Decirles que si quieren hacer prácticas con nosotras que se pongan en contacto conmigo en Sevilla o con Laura en Córdoba. Yo personalmente estoy disponible y estaré encantada de recibirlos en consulta y enseñarles todo lo que sé.

LAURAYo también quiero animar a todos nuestros compañeros a que se formen y aprendan sobre esta especialidad. Es cierto que los inicios son complicados y que tienes que ser muy persistente para poder avanzar, pero el esfuerzo compensa con creces. Es muy motivador comprobar como este trabajo te permite ayudar a cada niño a que tenga un futuro más saludable. Además, el trabajar con niños te permite innovar en la consulta, ser creativa, disfrutar y sonreír tras cada reto conseguido. Y, por supuesto, para cualquier duda pueden contactar con nosotras.



Quiero agradeceros una vez más que me hayáis concedido esta entrevista en la que las dos habéis derrochado pasión y demostrado vuestra entrega. Espero y deseo que sirva de inspiración para otros "nutris" que nos lean y que este campo se desarrolle lo suficiente como para que podamos llegar a prestar un servicio tan necesario como este a la sociedad. Como nutricionista también creo que la salud de los que más queremos, nuestros niños y niñas, debe ser lo primero. Gracias y ¡enhorabuena a las dos!

Si queréis contactar con María o Laura podéis hacerlo a través de sus correos electrónicos: mariarodriguez@ihppediatria.com y lauraramirez@ihppediatria.com





 José María Capitán
dietista-nutricionista





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1 comentario:

  1. Como siempre un gusto leer tus post, muy interesante la labor de Laura y María, los buenos profesores dejan huella en los alumnos, yo tuve la suerte de disfrutar las clases de Alonso Rodríguez Herrera, pero solo en la asignatura de Alimentos funcionales, cuando cursé Nutrición infancia ya se había ido a Irlanda.... una pena.

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