jueves, 17 de septiembre de 2020

ADOLESCENCIA Y EDUCACIÓN ALIMENTARIA

Dietista-nutricionista: te propongo que propongas

A los dietistas-nutricionistas, licenciados en nutrición o nutriólogos, según la denominación que se nos dé en cada país, no se nos ponen las cosas demasiado fáciles. En la mayoría de los países es una figura que debe reivindicarse constantemente. El D-N debe luchar a diario para empoderarse y alcanzar el lugar que le corresponde en nuestra sociedad como profesional de la salud altamente cualificado.

Hace casi veinte años, y con la firme determinación de trabajar en educación alimentaria, me acerqué a la Delegación de Salud del Ayuntamiento de Sevilla y llevé una propuesta educativa relacionada con el trabajo que pretendía desarrollar con jóvenes. Desde un primer momento, la persona con las que contacté vio en mí una oportunidad para desarrollar algunos programas de educación alimentaria que estaban en consonancia con el trabajo que venían desarrollando en dicha delegación desde hacía tiempo. Hoy sigo desarrollando mi trabajo en el Consistorio de mi ciudad.

La demanda de dietistas-nutricionistas no está creada y somos nosotros los que tenemos que generarla, por ello, te voy a proponer que tengas una actitud proactiva y que te acerques a las instituciones públicas pertinentes del área donde vivas. Llévales propuestas de educación alimentaria que puedan contribuir al desarrollo de actividades relacionadas con la promoción de la salud. Te sugiero hoy, específicamente, que presentes un programa de educación alimentaria para desarrollar con adolescentes.

                                                                              Fotografía procedente del banco de imágenes Pixabay


Cómo en todo proyecto, en el tuyo, debes justificar la necesidad de las acciones que recomiendas, debes tener unos objetivos claros, también tienes que definir exactamente a qué población va dirigido tu trabajo, la metodología que vas a seguir, los recursos materiales y humanos que vas a emplear, los resultados que esperas alcanzar y cómo vas a evaluar las actividades que vas a desarrollar. 

No pretendo elaborar aquí tu proyecto, pero sí voy a realizar algunos apuntes que pueden serte de utilidad y que quizás puedas tener en cuenta cuando realices tu propuesta.


LA COMPLEJIDAD DEL TRABAJO CON ADOLESCENTES: SALUD, SOLIDARIDAD Y SOSTENIBILIDAD

Fotografía procedente del banco de imágenes Pixabay
A los adolescentes no les interesa o les interesa muy poco la salud. Generalmente, cuando los profesionales sanitarios hablamos de alimentación, lo hacemos en términos de salud y enfermedad, y para quien no tiene conciencia ni experiencia de la enfermedad esto no resulta nada atractivo y le suele dejar bastante indiferente. Por otro lado, existe una clara coincidencia entre aquellos alimentos que son más saludables y los que son más sostenibles, así como entre aquellos que son menos saludables y menos sostenibles. Al joven puede que no le interese que le hablemos de salud, pero sí está muy concienciado sobre la problemática que supone el deterioro medioambiental, la salud del planeta y su propia supervivencia en él. Otro aspecto importante para el adolescente es el hecho de que a través de la selección que hacemos de los alimentos que consumimos podemos alcanzar un mundo más justo y solidario. Por esta razón, debemos integrar en la educación alimentaria de los jóvenes los conceptos de “sostenibilidad alimentaria” y de "solidaridad" como hilos conductores del mensaje que transmitamos. Es urgente que en una edad tan crítica como la adolescencia, en la que los chicos y chicas son tan influenciables por el marketing publicitario y la presión de sus iguales, logremos concienciarles de un modo efectivo para que su comportamiento alimentario no les conduzca a enfermedades crónicas, tales como la obesidad o la diabetes, en un futuro más o menos cercano. Para lograr este objetivo debemos ser capaces de captar su interés y hablar en su propio lenguaje.


¿QUÉ INTERVENCIONES PUEDEN SER MÁS EFECTIVAS EN EL TRABAJO CON JÓVENES?

Una revisión sistemática publicada en Journal of Nutrition Education and Behavior en octubre de 2016 (enlace), que trataba de dar respuesta al impacto que tenían los programas de educación nutricional de estrategias múltiples en la nutrición de los escolares de entre 10 y 18 años, tuvo como resultado que los componentes de las intervenciones que mostraron cambios estadísticamente significativos incluyeron:
- Facilitación de los programas por parte del personal de la escuela y los maestros.
- Participación de los padres
- Uso de modelos teóricos para guiar el desarrollo de la intervención.
- Cambios en los comedores
- Cambios en el suministro de alimentos
- Cambios en las máquinas expendedoras

Otra de las estrategias que puede tener un resultado positivo sobre las intervenciones relacionadas con la educación alimentaria en adolescentes es el uso de las redes sociales, tal y como revela una revisión sistemática publicada en International Journal of Medical Informatics en diciembre de 2018 (enlace).

Por todo ello, parece lógico pensar que cuantas más acciones llevemos a cabo en el entorno del adolescente, más posibilidades tendremos de modificar su conducta alimentaria a parámetros más saludables. Para ello, será muy deseable modificar la oferta alimentaria que reciben nuestros adolescentes, implicar a las familias y a toda la comunidad educativa, y actuar desde el medio natural en el que se mueven los jóvenes: las redes sociales.


ALGUNAS ACCIONES QUE PUEDES LLEVAR A CABO 

1 Realización de talleres de alimentación

Los talleres deben tener como población diana al alumnado, al profesorado y a las familias.

Los alumnos deben recibir una información clara sobre la importancia que tiene que lleguen a modificar sus pautas alimentarias hacia otras más sostenibles, solidarias y saludables.
- Los profesores de secundaria deben trabajar la alimentación de un modo transversal a lo largo de todo el ciclo educativo para que el mensaje termine calando en los jóvenes. Para ello necesitan de una formación previa bien planificada.
- Las familias son la pieza clave de este proceso, acceder a ellas es tan vital como difícil. Podrás convocar a las madres, padres y cuidadores a los talleres de familias a través de las asociaciones de madres y padres de cada centro de educación secundaria o con la ayuda de los equipos directivos de los centros educativos.

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Objetivos de los talleres

Los talleres de alimentación deben perseguir ser efectivos en la consecución de sus objetivos y, aunque de una forma adaptada y con muchos matices, deben tratar los mismos contenidos con todos los colectivos: alumnado, familias y profesorado. Es importante que la formación sea homogénea y todo el mundo tenga la misma información básica, evitando los mensajes que puedan resultar poco claros o contradictorios.

1. Desarrollar la conciencia de que una alimentación sostenible tiene una correspondencia plena con una alimentación saludable y que esta, además, debe ser solidaria.

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2. Despertar el sentido crítico frente a la publicidad de alimentos dirigidos a jóvenes y del impacto medioambiental de los productos promocionados. 

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¿Quién debe impartir los talleres?

El profesional más cualificado para impartir los talleres de alimentación es el propio dietista-nutricionista en colaboración con los docentes de cada centro educativo. Sin embargo, si tu propuesta es lo suficientemente ambiciosa, podrás necesitar de otros profesionales para su desarrollo. En ese caso, quizás tengas que coordinar el trabajo de un equipo en el que participen otros dietistas-nutricionistas, técnicos en dietética, enfermeras u otros profesionales sanitarios. Si esto es así, necesitarás saber los recursos con los que ya cuenta la entidad para la que presentas tu proyecto y si estos se pueden integrar en tu propuesta, o bien si desde un principio debes buscar otros recursos externos para conformar tu equipo de trabajo.


2. Ofertar un menú saludable en el comedor del centro, así como limitar la venta de alimentos insanos en máquinas expendedoras

Los comedores deben proporcionar un menú saludable sin que haya opciones para la oferta de "comida basura" o alimentos ultraprocesados de mala calidad. Si existen máquinas expendedoras, estas solo deben proporcionar alimentos de alta calidad que contribuyan a la salud del adolescente, evitando expresamente que distribuyan bebidas endulzadas o edulcoradas (refrescos, zumos o batidos lácteos) y dulces u otros productos de bollería industrial. En la cantina del instituto tampoco podrá ofertarse este tipo de productos y cada artículo a la venta debe responder a las características de un alimento saludable. Si en tu programa incluyes medidas de este tipo debes saber que las empresas concesionarias de estos servicios suelen firmar un contrato a modo de pliego de prescripciones técnicas en el que se describen las características del servicio que se comprometen a desarrollar durante todo el periodo de vigencia. Deberás acceder a estos pliegos y proponer introducir aquellos puntos que sean necesarios para lograr tus objetivos. Ten en cuenta que la firma de los nuevos contratos puede dilatarse en el tiempo y que tendrás que pensar, no solo a corto, sino también a medio y largo plazo.

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3. Celebraciones

Toda celebración debe relacionarse íntimamente con los alimentos saludables:
- Días de la alimentación, de la nutrición y de la sostenibilidad.
 Ferias de la alimentación.
- Eventos deportivos que terminen con el consumo de alimentos sostenibles, solidarios y saludables y en los que no participen, ni como patrocinadores, marcas de refrescos, comida ultraprocesada o de la industria del alcohol.
- Fiestas locales o nacionales.
- Cualquier otro evento o celebración.

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4. Hacer accesible los alimentos saludables

Si pretendemos que los alumnos consuman alimentos saludables, entonces, debemos facilitar el acceso a estos en los institutos; por ejemplo, ofreciendo fruta a la entrada de los centros educativos o en los periodos de descanso. También se puede proponer que traigan de casa tentempiés tales como frutos secos o bocadillos de pan integral. 


5. Dinamización de las RR. SS. y actividades en línea

Las redes sociales son uno de los medios más comunes en el que se desenvuelven los jóvenes. Lograr acceder a ellas mediante mensajes directos que promocionen una alimentación sostenible, solidaria y saludable puede ser de gran importancia, así como el desarrollo de actividades interactivas que conecten con los intereses y la psicología del menor.


ACCIONES GLOBALES

Para que estas acciones, y otras que podamos proponer, sean verdaderamente efectivas, la administración pública debe comprometerse con políticas globales que potencien la salud de los jóvenes y de toda la sociedad. El dietista-nutricionista debe buscar la complicidad de las instituciones públicas y elevar sus propuestas a ellas siempre que sea posible. Algunas de estas propuestas podrían ser:
- Regular la publicidad dirigida al menor impidiendo la publicidad de alimentos malsanos.
- Aumentar (mucho) los impuestos de aquellos alimentos insanos de consumo frecuente entre los jóvenes y disminuir (también mucho) los impuestos de los alimentos saludables.
- Establecer un sistema que, de un modo inequívoco, informe al joven consumidor sobre aquellos alimentos que puede perjudicarle y sobre aquellos que debe incorporar a su alimentación.

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¿CÓMO SABER SI NUESTRO PROYECTO TIENE ÉXITO?

Fotografía procedente del banco de imágenes Pixabay
Para saber si nuestra intervención en educación alimentaria es efectiva debemos evaluarla, y para evaluarla necesitamos dar respuesta a una o a varias de las siguientes cuestiones:
- ¿Las intervenciones en educación alimentaria logran modificar positivamente el comportamiento de los jóvenes frente al consumo de alimentos a corto, medio y largo plazo? Se puede determinar mediante cuestionarios.
- ¿Las intervenciones en educación alimentaria logran mejorar los parámetros bioquímicos en los adolescentes? Se puede determinar mediante analíticas.
- ¿Las intervenciones en educación alimentaria logran mejorar su estado ponderal? Se puede determinar mediante estudio antropométrico.

La evaluación de las acciones que realicemos nos permitirá saber si vamos por buen camino, si necesitamos modificar alguna de las acciones llevadas a cabo o si el despliegue de medios materiales y humanos que estamos realizando está debidamente justificado. También sentará las bases para la presentación de nuevos proyectos.


PARA TERMINAR

Los jóvenes son una parte vital de la sociedad. Serán los futuros educadores, sanitarios, madres y padres. Los mismos que a su vez tendrán la responsabilidad de educar a sus alumnos, tratar a sus pacientes y cuidar a sus hijos. Debemos poner todo nuestro empeño y recursos pedagógicos para lograr modificar su comportamiento alimentario y fomentar en ellos una alimentación sostenible, solidaria y saludable; esta es, sin duda, nuestra gran inversión de futuro. Por todo esto, el compromiso del profesional de la dietética y la nutrición es esencial, así como la implicación de la sociedad en general y de la administración pública en particular.  

A modo de ejemplo te he propuesto que presentes un proyecto para trabajar con adolescentes, pero del mismo modo podría proponerte otros, más o menos ambiciosos, cuya población diana fueran: escolares, universitarios, asociaciones de mujeres, enfermos de cáncer, trabajadores de distintas empresas, personal sanitario o cualquier otro colectivo que conforme nuestra sociedad. A todos ellos tendremos que ser capaces de llegar con nuestro mensaje de salud si pretendemos originar un verdadero cambio social en torno a nuestros hábitos alimentarios; hábitos que en la actualidad están originando grandes desequilibrios en nuestra salud, en nuestras relaciones socioeconómicas y en el medioambiente.



José María Capitán
dietista-nutricionista






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4 comentarios:

  1. Qué buen artículo, repasa todos los ingredientes para una buena educación alimentaria y herramientas para llegar a buen puerto. Tengo dos adolescentes en casa y me viene como aceite a las espinacas. Cuántas cosas aprendo de ti. Muchas gracias amigo, os echo de menos.

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  2. Me encantó. Gracias por compartir este artículo. Sin duda me invita y motiva a involucrarme más en la promoción de la educación alimentaria como joven estudiante de Nutrición.

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  3. Graças por compartir este artículo.

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  4. Excelente artículo. Realmente me dejas gran tarea para evaluar cómo logro subirme a bordo. Gracias por compartir

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