En ocasiones veo, leo y escucho, como algunos
compañeros critican a los colegios profesionales de dietistas-nutricionistas
achacándoles su falta de eficacia y que solo sirvan para poco más que para
sacar las perras.
Me gustaría invitar a mis colegas a
reflexionar sobre "para qué" un colegio profesional, pero para
hacerlo antes debemos tener en cuenta que:
• Los colegios lo formamos los colegiados.
• Las acciones de los colegios se llevan a
cabo por el conjunto de los colegiados.
• Los colegiados pagamos una cuota que
sirve, entre otras cosas, para pagar el local, el teléfono, la luz, el
administrativo y cualquier otro gasto de gestión que tiene como objetivo
revertir en beneficio del colectivo.
• Las cuentas del colegio pueden
consultarse por cualquier colegiado, incluso de una forma detallada.
• Nadie de la junta de gobierno,
incluyendo el decano, ni de las comisiones de trabajo, en la mayoría de
los colegios de España, cobramos un euro por nuestra labor, ni por el tiempo
que dedicamos al colegio.
• Los colegios suelen estar faltos de
personas que se impliquen y presten su tiempo en beneficio de la profesión.
• Si no hay gente que se implique, las
actuaciones necesariamente serán limitadas e insuficientes, por lo que nuestra
profesión y su consolidación podrán verse comprometidas y con ello tu propio
trabajo de dietista-nutricionista.
• Si queremos luchar por nuestra
profesión, luchar contra el intrusismo profesional, luchar para que se
incorpore la figura del dietista-nutricionista a la sanidad pública, luchar
para que seamos una profesión valorada por el resto de profesionales
sanitarios, si queremos, en definitiva, luchar para cambiar las cosas,
debemos asociarnos y usar las infraestructuras creadas para ello.
Cuando veamos a un compañero quejarse del
colegio, preguntémosle si está colegiado, si participa en las asambleas, si hace
propuestas en ellas para mejorar las cosas y si finalmente se implica en esas
propuestas con su tiempo y trabajo.
Si algunas de las respuestas anteriores es
negativa, invitémosle a deponer su actitud autodestructiva y dañina para con el
colectivo y que en vez de ello construya profesión desde su compromiso personal
más allá de sus propios intereses personales, aunque solo sea por interés
personal.
Debemos defender los colegios
profesionales como algo propio, como algo nuestro, como una herramienta eficaz
para luchar por nuestra profesión, la cual necesita del esfuerzo colectivo y
más en concreto de tu esfuerzo.
Tenemos una profesión en construcción, con
un gran futuro probable pero todavía incierto. Si algo no te gusta, no lo
aceptes, ¡cámbialo!
Próximamente, serán las elecciones para la
junta directiva del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía
(CODINAN), ¡preséntate!, ¡implícate!, ¡haz grande esta profesión! Y por favor,
deja ya de quejarte, si es el caso. Por cierto, ¿cuándo son las elecciones para
la junta directiva del colegio de tu comunidad?
José María Capitán