viernes, 25 de septiembre de 2020

AZÚCAR, ¿CUÁL ES LA ALTERNATIVA MÁS SALUDABLE?

 ¿Estevia?, ¿miel?, ¿panela?, ¿azúcar integral de caña?, ¿aspartamo?, ¿sacarina?, ¿otros edulcorantes?

El consumo de azúcar está relacionado con el desarrollo de la obesidad y otras patologías crónicas. Su consumo se ha disparado en la alimentación humana desde la revolución industrial y especialmente desde la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad, se han alcanzado ingestas récords de este producto en todo el mundo. En España, esto se refleja, muy especialmente, en las cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad infantil que padecemos y que afecta ya al 40,6% de los menores de 6 a 9 años (Estudio Aladino, 2019; ref. estándares de crecimiento OMS). Tal y como la define la OMS, la obesidad es una enfermedad crónica, y una vez que se desarrolla es de muy difícil tratamiento. El obeso tiende a serlo siempre y tendrá mayores probabilidades de desarrollar otras patologías relacionadas, como la diabetes o algunos tipos de cáncer. Además, la obesidad sufre de la incomprensión de una sociedad que la estigmatiza, de modo que el enfermo de esta patología podrá sufrir de mayor rechazo social, mayor dificultad a la hora de encontrar pareja, de optar a un puesto de trabajo o simplemente de vivir una vida más satisfactoria.
Reducir el consumo de azúcar: una prioridad para la salud pública

El origen del problema
El bebé tras la lactancia empieza a consumir grandes cantidades de azúcar en forma de papillas infantiles (potitos), cereales dextrinados, galletas, lácteos azucarados y un sinfín de productos ultraprocesados "especialmente diseñados para él". Este consumo de azúcar modela su percepción gustativa y genera una predilección excesiva hacia los alimentos dulces. Durante la niñez, productos como los cereales del desayuno, los batidos lácteos azucarados, las bebidas refrescantes, los zumos, los dulces y las golosinas convierten cada comida, y en especial cada celebración, en eventos repletos de este dulce elemento. La asociación de los alimentos azucarados con cada "momento especial de la vida", y que se utilice como premio a las “buenas conductas" del menor, refuerza insistentemente su consumo. La ingesta de azúcar durante la infancia se consolidará como un hábito que se perpetuará en la vida adulta y podrá disminuir la calidad y la esperanza de vida del individuo. En definitiva, somos una sociedad "enganchada" al azúcar y enferma por su consumo excesivo.

jueves, 17 de septiembre de 2020

ADOLESCENCIA Y EDUCACIÓN ALIMENTARIA

Dietista-nutricionista: te propongo que propongas

A los dietistas-nutricionistas, licenciados en nutrición o nutriólogos, según la denominación que se nos dé en cada país, no se nos ponen las cosas demasiado fáciles. En la mayoría de los países es una figura que debe reivindicarse constantemente. El D-N debe luchar a diario para empoderarse y alcanzar el lugar que le corresponde en nuestra sociedad como profesional de la salud altamente cualificado.

Hace casi veinte años, y con la firme determinación de trabajar en educación alimentaria, me acerqué a la Delegación de Salud del Ayuntamiento de Sevilla y llevé una propuesta educativa relacionada con el trabajo que pretendía desarrollar con jóvenes. Desde un primer momento, la persona con las que contacté vio en mí una oportunidad para desarrollar algunos programas de educación alimentaria que estaban en consonancia con el trabajo que venían desarrollando en dicha delegación desde hacía tiempo. Hoy sigo desarrollando mi trabajo en el Consistorio de mi ciudad.

La demanda de dietistas-nutricionistas no está creada y somos nosotros los que tenemos que generarla, por ello, te voy a proponer que tengas una actitud proactiva y que te acerques a las instituciones públicas pertinentes del área donde vivas. Llévales propuestas de educación alimentaria que puedan contribuir al desarrollo de actividades relacionadas con la promoción de la salud. Te sugiero hoy, específicamente, que presentes un programa de educación alimentaria para desarrollar con adolescentes.

                                                                              Fotografía procedente del banco de imágenes Pixabay


Cómo en todo proyecto, en el tuyo, debes justificar la necesidad de las acciones que recomiendas, debes tener unos objetivos claros, también tienes que definir exactamente a qué población va dirigido tu trabajo, la metodología que vas a seguir, los recursos materiales y humanos que vas a emplear, los resultados que esperas alcanzar y cómo vas a evaluar las actividades que vas a desarrollar. 

No pretendo elaborar aquí tu proyecto, pero sí voy a realizar algunos apuntes que pueden serte de utilidad y que quizás puedas tener en cuenta cuando realices tu propuesta.