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viernes, 27 de noviembre de 2020

¿SON SOSTENIBLES LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS? HABLEMOS DEL ÍNDICE DE SOSTENIBILIDAD DE LOS ALIMENTOS

 Oro parece, plata no es… ¡Y no pasa solo con la fruta!

 

Permíteme que comience este post con un pequeño juego, solo tienes que contestar a las dos preguntas que te planteo antes de comprobar las respuestas.


Productos biológicos: aguacates de México, plátanos de Costa de Marfil, leche en brick, tomates envasados, kéfir en botella de plástico; un día cualquiera en el súper

Pregunta 1. ¿Cuál es el nexo de unión de estos productos?

- Una piña ecológica de origen sudafricano.

 Carne de ternera ecológica de ganadería extensiva.

- Leche ecológica vendida en brick.

- Trigo ecológico procedente de un cultivo abonado con estiércol y sin pesticidas.

- Aguacate ecológico cultivado en Almería y vendido en Almería.

Casi cualquier producto ecológico procedente de semillas no transgénicas.


Pregunta 2. ¿Cuál es el nexo de unión entre estos otros productos?

- Manzanas no ecológicas de origen España.

- Carne de pollo no ecológica.

- Leche no ecológica vendida en botella de vidrio.

- Trigo no ecológico tratado con fertilizantes y con pesticidas.

- Higos no ecológicos cultivados en Almería y vendidos en Almería.

Casi cualquier producto no ecológico procedente de semillas transgénicas.


Respuesta pregunta 1: ¡Efectivamente!, estos productos están etiquetados como productos ecológicos, pero son poco sostenibles.

Respuesta pregunta 2: ¡Efectivamente!, estos productos no llevan el sello de productos ecológicos, pero pueden ser más sostenibles que los primeros.

lunes, 4 de febrero de 2019

ALIMENTACIÓN Y DIVULGACIÓN EN MENOS DE 130 CARACTERES

100 mensajes / 100 días



La salud a menos de 130 caracteres
El pasado 27 de octubre inicié una nueva experiencia divulgativa consistente en lanzar, a través de las redes sociales, un mensaje diario sobre alimentación con apenas 130 caracteres. No resulta fácil sintetizar un mensaje coherente en tan poco espacio,  por lo que ha resultado todo un reto. A lo largo de estos 100 días he escrito sobre temas relacionados con la educación alimentaria de los que suelo tratar en mi blog y he tenido presente en varios post a la figura del dietista-nutricionista, he abordado algunos mitos alimentarios y dado consejos prácticos sobre cómo mejorar la alimentación de toda la familia y, en particular, la de los más pequeños. He podido observar cómo estos breves posts se han compartido con mayor o menor éxito en función del tema que trataran y he constatado la tremenda polarización, casi religiosa, que existe entre los partidarios y detractores de los distintos posicionamientos dietéticos.

Algunos temas han resultado especialmente conflictivos, con reacciones airadas de los lectores que no han dudado en animarme a dejar de escribir dado lo poco que, a su juicio, sabía sobre alimentación, y todo ello sin que sus contrargumentos se apoyasen sobre ningún estudio científico que hayan estado dispuestos a compartir. Si tuviera que hacer un ranking de los temas que más pasiones despiertan y que casi convierten a la divulgación en una actividad de “alto riesgo” es sin duda este:

-La carne. La carne tiene un valor simbólico más allá de lo meramente nutricional, insinuar una reducción de su consumo, y que esto pueda acarrear beneficios para la salud y el medioambiente es, sin duda, un verdadero sacrilegio para muchos.

-Los productos ecológicos. La agricultura convencional es para muchos el origen de muchos de los males de la humanidad, así que dudar de los beneficios para la salud y para la sostenibilidad de su alternativa, la agricultura ecológica, despierta airadas reacciones incluso entre gente de un elevado nivel cultural y científico.

-El gluten. Este es el nuevo malo de la alimentación al que se le achacan todos los males de nuestra civilización, alentados por “movimientos dietéticos” como el de la “paleodieta” que tienen tintes casi religiosos, a juzgar por la pasión que manifiestan sus seguidores por su defensa. Sin duda, para hablar del gluten debes ponerte un casco protector y armarte de valor.

-La leche. Me han llegado a llamar “vendeleches”  por afirmar que la leche no es un veneno, y eso que en la misma frase decía que tampoco era necesaria. Alimentos como este que más allá de su valor nutricional se relacionan con la explotación animal afecta a la sensibilidad de muchos, por lo que deben ser tratados con el máximo respeto y rigor.

lunes, 30 de julio de 2018

MITOS ALIMENTARIOS: POPULARES, PELIGROSOS, SORPRENDENTES, RENTABLES, ESTRAFALARIOS…

Test para saber cuánto sabes de mitos en la alimentación




¿Qué son?

Los mitos alimentarios son falsas creencias relacionadas con la alimentación y los alimentos que construyen en el imaginario popular la idea de lo que es sano o deseable y lo que es dañino o perjudicial para nuestra salud.


Juventud, maldito castigo


La dietética, la nutrición o la alimentación son terrenos abonados a los mitos, y en gran medida es responsable de ello su corto recorrido en el mundo de la ciencia. Se puede decir que damos apenas los primeros pasos, a veces muy torpes, en estas disciplinas del conocimiento, y es que para hacernos una idea, al contrario que con las matemáticas que ya demostraban sus fundamentos miles de años atrás, a la primera vitamina la descubrimos hace poco más de un siglo. De hecho, en las últimas décadas, nos hemos reafirmado y desdicho con cada nuevo descubrimiento, revisión sistemática o metaanálisis que nos ofrecía la literatura científica; lo cual ha contribuido a volver loca a la población con eso del "ahora sí y ahora no". Si antes el pescado azul o el aceite de oliva, como recuerdan los más viejos del lugar, eran malos y con el tiempo se volvieron buenos, lo mismo ha pasado más recientemente con el huevo o el café, que han pasado de villanos a héroes en un abrir y cerrar de ojos. Pero no solo eso, si antes había que beber leche desnatada, beber dos litros de agua al día y el desayuno era la comida más importante, hoy es mejor tomar la leche entera para prevenir el sobrepeso y la diabetes, beber cuando se tiene sed y desayunar solo si se tiene hambre, como indica Julio Basulto en su muy recomendable libro “Se me hace bola”; si antes había que comer cinco veces al día, beber zumo natural de frutas y tomar una copita de vino con las comidas, hoy no parece que haya mayores beneficios en fraccionar tanto la ingesta (enlace), la fruta se debe tomar entera (enlace) y debemos evitar el alcohol, incluso en pequeñas cantidades, por su efecto hepatóxico y oncogénico.