El exceso de proteínas se relaciona con la
programación metabólica en el menor de tres años para el desarrollo de la
obesidad
¿Son correctas las recomendaciones que hacemos sobre el consumo de leche en menores de tres años? |
La leche es probablemente uno de los alimentos que
genere más debates con relación a sus beneficios en la alimentación humana
contando con casi tantos defensores como detractores. Hoy me dispongo a hablar
de ella, consciente de que quizá esté destapando una de las cajas de Pandora
mejor guardadas del mundo de la nutrición. Cuando termines de leer estas
líneas, te aseguro que no quedarás indiferente, y que sentirás la misma
urgencia que siento yo para que los males que esconde esta caja, y que
perturban a todo buen nutricionista, se desvanezcan para que nunca jamás dañen
el futuro de los que más queremos y solo quede en ella el espíritu de la
esperanza.
Desarrollar sobrepeso en los primeros años de vida es
un importante factor que predispone a ser obesos el resto de la vida (1).
Existen numerosos estudios que relacionan el exceso ponderal en la infancia con
un consumo excesivo de proteínas, me gustaría mostrarte algunos de ellos:
- “Postnatal High
Protein Intake Can Contribute to Accelerated Weight Gain of Infants and Increased
Obesity Risk” (2). En este estudio publicado en 2016 se concluye que “Las
medidas preventivas contra la obesidad infantil y adulta deberían incluir la
promoción de la lactancia materna durante 6 meses o más y el uso de fórmulas
bajas en proteínas en lactantes no amamantados”.
- “Protein needs
early in life and long-term health” (3). Publicado en 2014. Esta revisión indica que
“Existe evidencia emergente de que la ingesta alta de proteínas durante los
primeros 2 años de vida es un factor de riesgo para el posterior desarrollo de
sobrepeso y obesidad. Por lo tanto, parece prudente evitar una alta ingesta de
proteínas durante este periodo. Esto podría lograrse disminuyendo el límite
superior admisible del contenido de proteínas de las fórmulas infantiles
durante el primer año de vida y limitando la ingesta de leche de vaca en el
segundo año de vida”.