Segunda consulta: en
su casa, no en la mía
En la segunda consulta vamos a seguir profundizando en su educación nutricional, teniendo como base lo que ha sido capaz de practicar desde la primera consulta, además le seguiremos conociendo mejor, pero esta vez en su propio entono, en su hogar.
En la preconsulta seleccionamos a nuestro alumno y en
la primera consulta recogimos todos los datos necesarios para poder ayudarlo y
le dimos los primeros consejos educativos.
En la segunda consulta vamos a seguir profundizando en su educación nutricional, teniendo como base lo que ha sido capaz de practicar desde la primera consulta, además le seguiremos conociendo mejor, pero esta vez en su propio entono, en su hogar.
Concertamos la entrevista en su casa, haciéndola
coincidir con la presencia de toda la familia o personas con quienes se
comparta la vivienda. Necesitamos que todos entiendan lo que nuestro alumno
está haciendo y sus implicaciones para su salud y bienestar. Les invitaremos a
que lo apoyen y a compartir hábitos saludables. En la medida en la que todos se
conciencien de la importancia que tiene una alimentación saludable sobre su
calidad y esperanza de vida, la probabilidad de éxito será mayor
Desarrollaremos el siguiente programa:
1. Revisión del registro de alimentos y de los
objetivos marcados en la primera consulta.
2. Comprobación y clasificación de los alimentos
guardados en la alacena.
3. Comprobación y clasificación de los alimentos
guardados en el frigorífico.
4. Comprobación del tipo de menaje usado para cocinar y
para comer.
5. Nuevos objetivos dietéticos y de actividad física.
1. Revisión del registro de alimentos y de los
objetivos marcados en la primera consulta
En no pocas ocasiones me he encontrado que el alumno
ha olvidado registrar la actividad física y los alimentos consumidos durante
los tres días previos a la consulta. Para evitar esto, suelo hacer un
recordatorio telefónico o mediante WhatsApp 4 días antes y le animo a que sea
meticuloso en la tarea encomendada.
El análisis del registro de alimentos y de actividad
física nos indicará hasta qué punto podemos seguir avanzando con nuevos
consejos o tendremos que ser más modestos y consolidar antes lo logrado al no
cumplirse, o cumplirse solo parcialmente, los objetivos marcados en la primera
sesión. Averiguar cómo se ha sentido, las dificultades que ha experimentado y
su grado de motivación nos ayudará a perfilar la tercera consulta junto con el
resto de datos que recojamos durante esta visita.
2. Comprobación de los alimentos guardados en la
alacena
Tras pedir permiso y evitando en la medida de lo
posible que se sienta incómodo, supervisaremos los alimentos que se hallan en
la alacena. Preferentemente, no avisaremos con anterioridad de que vamos a
realizar esta actividad.
Distinguiremos entre aquellos alimentos que forman
parte de los que se ha comprometido a consumir en la primera consulta y
alimentos ultraprocesados. Indicaremos que los alimentos ultraprocesados no
tienen cabida en una alimentación saludable en la que se aspira a alcanzar un
equilibrio ponderal y que deben dejar de ser consumidos de un modo paulatino.
Entre ellos: dulces, galletas, sopas de sobre, cremas de chocolate, zumos
industriales, refrescos, caldos de carne, snacks salados, etc. Señalaremos en
esta consulta, de modo especial, aquellos que tienen azúcar añadido.
A medida que vayamos descubriendo los alimentos
almacenados, aplaudiremos la presencia de los alimentos saludables detectados
(frutos secos sin procesar, legumbres, frutas, hortalizas y cereales integrales
como el arroz o el pan) y pondremos en “cuarentena” a los alimentos
ultraprocesados, identificándolos y explicando el motivo de los inconvenientes
de su consumo: exceso de azúcar, de sal y/o de grasas de mala calidad, exceso
de potenciadores del sabor y pobreza de micronutrientes; en definitiva, una
matriz alimentaria pobre, alterada o degradada.
Comprobaremos, además, si la colocación en la alacena
de los alimentos está dispuesta en función de su fecha de caducidad, si existen
latas abolladas o envases mal conservados, así como todo aquello que sea susceptible
de mejora.
3. Comprobación de los alimentos guardados en el
frigorífico
Del mismo modo, tras pedir permiso, nos adentraremos
en ese inhóspito mundo de la nevera y del congelador y seguiremos con nuestra
clasificación: alimentos que forman parte de nuestros objetivos iniciales y
alimentos ultraprocesados. Además, internamente tomaremos nota de todo aquello
que nos llame la atención como los tipos de carnes y pescados, alimentos
envasados, comida preparada conservada, material de fabricación de las
fiambreras, etc.
Suelo revisar también la temperatura (4 ºC en la nevera
y -18 ºC en el congelador son temperaturas correctas), la fecha de caducidad de
los productos almacenados y si los alimentos están bien colocados dentro de la
nevera; muy especialmente que los alimentos ya cocinados se encuentran en la
parte superior y debidamente protegidos, que las carnes, pescados y mariscos
frescos se encuentran en la parte inferior y en fiambreras con rejillas para
preservarlos de la humedad y que las frutas y verduras estén colocadas en los
cajones inferiores. Observo la higiene general de la nevera, siendo muy
prudente a la hora de plantear medidas correctoras en este sentido.
4. Comprobación del tipo de menaje usado para cocinar y
para comer
Comprobaremos el buen estado de las sartenes, si tiene
olla a presión, microondas, horno, batidora y panificadora, entre otros. Este
último electrodoméstico es de gran utilidad.
En España, al igual que en otras partes del mundo, el
pan suele ser de pésima calidad y hacer pan en casa con materia prima de
calidad se me antoja una necesidad. El uso de la panificadora es muy sencillo y
las múltiples recetas que se pueden elaborar en ella la hacen imprescindible en
toda cocina que presuma de saludable: pan con harina de espelta o centeno; con
semillas de girasol, chía o calabaza; con condimentos como el comino o el curry
o verduras como la cebolla o el ajo hacen que el pan vuelva a adquirir su
verdadera dimensión de alimento básico. Sin duda, recomiendo siempre la
adquisición de este pequeño electrodoméstico que ocupa apenas el espacio de un
microondas.
Lo más importante de este apartado es comprobar el
tamaño de la vajilla. La percepción de la saciedad tiene que ver con el tamaño
del plato, nos sentimos saciados cuando lo vaciamos. A platos mayores, mayor
ingesta de comida y en los últimos años los platos han aumentado mucho su
diámetro (enlace). Será interesante mostrar el tipo de
plato más adecuado para el servicio de la comida, trayendo en nuestro maletín
uno del tamaño recomendado para que sirva de referencia. A veces el plato de
postre de la vajilla habitual puede ser el indicado.
5. Nuevos objetivos dietéticos y de actividad física.
En función de nuestro alumno, de su motivación y grado
de compromiso, daremos uno o más de los siguientes pasos en su proceso de
aprendizaje:
- Consolidar los compromisos adquiridos en la primera consulta (básico e
irrenunciable).
- Si no se adquirió el compromiso de modificar la alimentación en los
cinco primeros puntos planteados en la primera consulta, avanzaremos en esa
dirección, añadiendo los puntos que faltan al cambio de hábitos dietéticos
de nuestro cliente.
- Detectar el azúcar añadido en los productos ultraprocesados y evitar
su consumo en todos ellos. Es importante que se dejen de adquirir los
productos con azúcar añadido, extendiendo el compromiso de alimentación
saludable al resto de la familia.
- Servirse en el plato habitual o en uno grande, el primer plato de
ensalada o verdura cocinada.
- Servirse en el plato de referencia (plato pequeño) el segundo del
menú.
- Revisar los compromisos de actividad física y si es posible
aumentarlos dentro de las posibilidades del alumno.
- Hacer un nuevo registro de alimentos, esta vez, solo dos días antes de
la próxima consulta.
En el próximo post, nuestro alumno aprenderá a comprar
en el súper, a leer el etiquetado de los alimentos y seguirá adquiriendo, con
paso firme, hábitos saludables que le ayuden a cumplir sus objetivos de pérdida
de peso.
José María Capitán
dietista-nutricionista
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