domingo, 19 de septiembre de 2021

CÓMO EVITAR EL DESPERDICIO ALIMENTARIO EN EL HOGAR

               29 iniciativas sostenibles para el 29 de septiembre                #Yocuidoelplaneta, #Yonodesperdicio

 

El 29 de septiembre se celebra el "Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos", ¿por qué es importante esta fecha? Un tercio de todos los alimentos que produce la humanidad se tiran; alrededor de 1300 millones de toneladas de alimentos al año. Si tenemos en cuenta que la obtención de alimentos es uno de los principales factores implicados en las emisiones de gases de efecto invernadero y en el calentamiento global (producción + transporte + almacenaje + distribución + cocinado + gestión de residuos), no exageramos cuando afirmamos que desperdiciar alimentos es un verdadero crimen.  


El desperdicio de alimentos se produce a lo largo de toda la cadena alimentaria, pero es en su fase final, en nuestro hogar, donde la pérdida puede ser mayor. No en todos los hogares se tira la misma cantidad de comida, los consumidores de los países desarrollados llegan a generar hasta el 50% del total de las pérdidas de alimentos que se generan en toda la cadena alimentaria, mientras que esta cifra se reduce al 10% en los países en vías de desarrollo. También desperdician más las personas que viven solas, los que gastan más en restaurantes y las familias con niños pequeños. Por otro lado, aquellos que tienen dietas especiales, como la vegetariana, tienden a realizar un mejor aprovechamiento de los alimentos, así como los mayores de 65 años.

Evitar el desperdicio de alimentos es un primer paso para optimizar nuestros recursos alimentarios. Nuestro planeta tiene una capacidad productiva limitada y ya presenta claros síntomas de agotamiento como la desertificación, la deforestación, el empobrecimiento de los suelos, la escasez de agua potable, el aumento del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de la tierra, del mar, de los ríos, del aire, etc.  Y todo ello ocurre mientras nos acercamos a la cifra de 10.000 millones de seres humanos y aumenta la demanda de alimentos.

En los últimos años, el desperdicio alimentario ha llamado la atención a políticos y administraciones locales, nacionales y supranacionales, así como a ONG y científicos de todo el mundo. Reducir el desperdicio alimentario es un paso necesario para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas y luchar contra el cambio climático, y esto necesita de la implicación de toda la sociedad.

Afinando un poco más, el ODS n.º 12 plantea garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, y marca como una de sus metas más ambiciosas que, para el año 2030, se reduzca a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial, tanto en la venta al por menor como a nivel de los consumidores (1).


Varios estudios han investigado sobre cómo se produce el desperdicio alimentario en el hogar. Con base en estos trabajos (ver referencias), paso a enumerar algunas de las prácticas que, como consumidores, podemos realizar para aprovechar mejor los recursos alimentarios disponibles y minimizar nuestro impacto sobre el planeta, ¡toma nota!

1. Sé consciente. Entiende la importancia que tiene para ti y para el planeta no tirar comida. Ser consciente del problema que origina el desperdicio alimentario, estar motivado y ponerse como meta no tirar comida, resulta imprescindible para ser efectivos en nuestro propósito y que las recomendaciones que vienen a continuación adquieran cierto sentido.

2. Verifica los alimentos que tienes en casa. Hazlo antes de salir a comprar para así evitar adquirir lo que ya tienes en tu alacena o frigorífico.

3. Planifica tu compra. Ve a comprar con un listado de lo que verdaderamente necesites y ajústate a él. Esto evitará la sobrecompra de alimentos y te permitirá adquirir solo lo que realmente vas a consumir, ahorrando dinero, evitando la compra impulsiva y el desperdicio alimentario.

4. No compres alimentos de más. No compres aquello que no vayas a consumir en un periodo corto de tiempo, de esta forma evitarás almacenar alimentos de forma excesiva y reducirás el riesgo de que se deterioren y no lleguen a tu mesa.

5. No te dejes seducir por los descuentos y promociones. Compra solo lo que necesites. Evita comprar ofertas que te hagan adquirir grandes cantidades de alimentos si no prevés que puedas consumirlos antes de que se te estropeen: paquetes más grandes, mayor número de unidades con precios más reducidos, promociones con cupones de descuento, sorteos, etc.

6. Compra en el barrio. Las tiendas de barrio y los mercados de abastos suelen tener menor oferta de alimentos que las grandes superficies comerciales y grandes supermercados, por tanto, el incentivo a la hora de adquirir más de lo que necesitas es menor; además, suelen tener menos productos de los denominados "ultraprocesados", y todos los que compres de menos lo agradecerá tu salud.

7. No compres solo lo bonito. Tendemos a rechazar alimentos, como las frutas o las verduras, que no tengan una apariencia óptima. Como consumidores conscientes debemos entender que un producto que no sea visualmente perfecto no tiene por qué ser de peor calidad, y puede y debe ser consumido.

8. Haz la compra con mayor frecuencia. Evita las grandes compras mensuales o semanales, con ello disminuirás el riesgo de comprar aquello que finalmente no vayas a consumir y te asegurarás una mayor frescura en los alimentos que adquieras.

9. Compra alimentos con fecha cercana a su vencimiento. Los comercios minoristas contribuyen a disminuir el desperdicio alimentario, bajando el precio de aquellos alimentos cuya fecha de vencimiento está cercana, lo que requiere una buena planificación de tu menú. Recuerda que estos alimentos debes consumirlo en un plazo de tiempo breve. Adquiriendo estos productos evitarás que se tiren alimentos en buen estado antes de que lleguen a la mesa. Aplicaciones como "Too good to go" (2)"Yo no desperdicio" (3o "Encantado de comerte" (4te pueden ayudar a evitar el desperdicio alimentario y comprar más barato. Estas aplicaciones informan sobre donde adquirir estos alimentos en los puntos de venta más cercanos a tu hogar.

10. Compra fruta y verdura a granel.  No compres frutas o verduras envasadas para no comprar una cantidad mayor de la que vayas a consumir y, de paso, evitar adquirir envoltorios innecesarios y contaminar más.

11. Rota los alimentos en la alacena y en el frigorífico. Coloca en la parte más accesible los alimentos más viejos para consumirlos antes y que no te lleguen a caducar. 

12. Comprueba la temperatura de tu nevera. Una temperatura superior a la recomendada favorecerá que se deterioren antes los alimentos. La nevera debe estar entre 1ºC y 5 ºC y el congelador a -18 ºC o menos.

13. Coloca los alimentos adecuadamente en el frigorífico. De esta forma, cada tipo de alimento tendrá el frío que necesita y se deteriorará menos. Evita colocar, por ejemplo, los huevos y la leche en la puerta y utiliza los cajones de abajo para guardar los alimentos crudos más perecederos; tampoco la sobrecargues demasiado para que el frío circule adecuadamente y llegue a todos los productos. Para saber más sobre la correcta colocación de los alimentos en la nevera pincha en el siguiente enlace (5).

14. Comprueba la fecha de caducidad y la de consumo preferente. Recuerda que un producto caducado no es seguro y no debe ser consumido. Un alimento que haya pasado su fecha de consumo preferente, a diferencia de un producto caducado, sí puede consumirse, claro está, dentro de unos márgenes de tiempo que van a depender de la naturaleza del propio producto; sin embargo, que pueda consumirse con seguridad no implica que no haya podido sufrir una merma de sus características organolépticas. Global Consumidor habla en uno de sus artículos sobre la diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente; puedes pinchar en el enlace para leerlo (6).

15. Mejora tus habilidades culinarias. Elaborarás platos más sabrosos y tirarás menos comida.

16. No improvises recetas. Planifica adecuadamente tu menú, de esta forma cocinarás con lo que tienes en casa y evitarás dejar de usar lo que ya compraste.

17. Aprovecha toda la fruta y verdura antes de que se te estropeen. Convierte la fruta madura en helados o batidos deliciosos y nutritivos, y la verdura que empieza a deteriorarse en sopas o cremas.

18. No prepares comida de más. Calcula adecuadamente la ración de alimentos que le corresponde a cada miembro de la familia. Evitarás tirar comida y/o comer en exceso.

19. Utiliza una vajilla de tamaño adecuado. Los platos demasiado grandes inducen a ser llenados en exceso, a que comas más y a que desperdicies alimentos.

20. Disminuye, en lo posible, la compra de comida preparada. La cantidad que te venden puede no ser la que tú quieras consumir. Si cocinas en casa, podrás adecuar mejor las cantidades de alimentos que vas a tomar y, seguramente, comerás más sano.

21. En el restaurante comprueba el tamaño de la porción. Pide que te pongan menos cantidad si consideras que el tamaño es excesivamente grande para ti. 

22. Pide las sobras para llevar. En el restaurante, si no te lo has podido comer todo, pide las sobras. Puedes llevar tu propia fiambrera higienizada para evitar generar otros residuos plásticos, o bien pide que te las preparen en un recipiente reutilizable, compostable o fácilmente reciclable. Mételas rápidamente en el frigorífico, donde podrás guardarlas un máximo de dos o tres días, como regla general, y después regenera la comida aplicando suficiente calor; esto es aplicable también con las sobras que se producen en el hogar.

23. Reutiliza las sobras. Cocina platos de aprovechamiento. ¡Ojo!, como ya hemos indicado, las sobras no pueden permanecer mucho tiempo en el frigorífico, reutilízalas lo antes posible; también puedes congelarlas para aumentar su vida útil. En este enlace podrás comprobar el número de días que los distintos tipos de alimentos pueden conservarse en la nevera o en el congelador (7).

24. Pon una nota en la puerta del frigorífico. Pon una nota para recordarte la comida que debes consumir antes y evitar olvidos que terminen en la basura.

25. Comparte comida con tus vecinos. Esta acción solidaria hoy cuenta con varias aplicaciones, una de las más populares es la app creada por Saasha Celestial-One llamada "Olio" (8) y que tiene por objetivo evitar el despilfarro alimentario de la forma más solidaria posible, compartiendo. El funcionamiento es sencillo, el usuario sube una foto del alimento que no se va a comer y el primero que lo solicite pasa a recogerlo, ¡ojo aquí con la higiene en la manipulación de los alimentos, por favor!

26. ¡Infórmate! No pongas en riesgo tu salud ni la de los otros. Un consumidor informado es un consumidor que podrá evitar desperdiciar alimentos sin comprometer la seguridad alimentaria. Es importante lograr un equilibrio entre estos dos conceptos; eso sí, ante cualquier duda sobre la inocuidad de un alimento, este debe ser desechado. Como consumidores responsables debemos adquirir el mayor conocimiento posible sobre las formas adecuadas de manipular y conservar los alimentos; por ello, permíteme que te invite a seguir a dos grandes divulgadores con los que podrás aprender una barbaridad, tanto sobre alimentación como sobre seguridad alimentaria, me refiero a Beatriz Robles (9) y a Miguel Ángel Lurueña (10)

27. Colabora con el banco de alimentos u otras organizaciones solidarias. Si has comprado de más, o simplemente porque te apetezca hacerlo, colabora con alguna entidad solidaria y entrega los alimentos que no vayas a consumir para que puedan ser redistribuidos entre aquellos que lo necesiten.

28. Dale las sobras a tu mascota. Aquella comida que no es apta para compartir con otras personas todavía puede ser válida para tu mascota. Asegúrate que las sobras que le das sean las apropiadas para su alimentación.

29. Utiliza el contenedor de reciclaje o haz tu propio compostaje. Las sobras que inevitablemente generes utilízalas para hacer compost, si dispones de espacio para hacerlo (11), o bien deposítalas en el contenedor de reciclaje adecuado; eso sí, aquí debe llegar el mínimo de desperdicios posibles.



Para que todos reduzcamos el desperdicio alimentario, los consumidores necesitamos de la ayuda de las administraciones e instituciones públicas, las cuales deben crear campañas de sensibilización. Estas campañas deben desarrollarse por todas las vías posibles para llegar al máximo de consumidores: Internet, redes sociales, televisión, radio, prensa o a través de folletos explicativos. Las campañas deben centrarse en concienciar al consumidor sobre su papel en la protección del medio ambiente y sobre la necesidad de reducir el desperdicio alimentario en el hogar. Algunas de estas campañas pueden explicar, por ejemplo, cómo planificar la compra, realizar recetas de aprovechamiento, ahorrar dinero no comprando de más, cómo manipular, almacenar y conservar los alimentos para alargar su vida útil y no poner en riesgo la seguridad alimentaria, o bien sobre los tamaños adecuados de las raciones de cada tipo de alimento.

En torno al Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos se celebra la IV semana contra el desperdicio alimentario organizada por la asociación de Empresas de gran Consumo (AECOC) (12). En esta semana se pretende implicar tanto a las empresas como a las administraciones públicas. Muchos ayuntamientos, haciéndose eco de esta iniciativa, el día 29 de septiembre, iluminarán sus monumentos y edificios más emblemáticos con una luz verde. Estemos atentos a ello, impliquémonos y encendamos, nosotros también, una luz verde en nuestro comportamiento como consumidores a favor de un mundo más sostenible.


Agradecimientos: para África y Selu, por su ejemplo de vida sostenible y por enseñarme tanto sobre la enorme riqueza que supone llevar una vida sencilla.


Bibliografía:

1.    Boulet, M.; Hoek, A.C.; Raven, R. Towards a multi-level framework of household food waste and consumer behaviour: Untangling spaghetti soup. Appetite 2021, 156, doi:10.1016/j.appet.2020.104856.

 

2.  Nicastro, R.; Carillo, P. Food Loss and Waste Prevention Strategies from Farm to Fork. Sustainability 2021, 13, doi:10.3390/su13105443.

 

3.  Reynolds, C.; Goucher, L.; Quested, T.; Bromley, S.; Gillick, S.; Wells, V.K.; Evans, D.; Koh, L.; Kanyama, A.C.; Katzeff, C., et al. Review: Consumption-stage food waste reduction interventions - What works and how to design better interventions. Food Policy 2019, 83, 7-27, doi:10.1016/j.foodpol.2019.01.009.

 

4.  Schanes, K.; Dobernig, K.; Goezet, B. Food waste matters - A systematic review of household food waste practices and their policy implications. Journal of Cleaner Production 2018, 182, 978-991, doi:10.1016/j.jclepro.2018.02.030.

 

5.  van Geffen, L.; van Herpen, E.; van Trijp, H. Household Food Waste- how to Avoid It? An Integrative Review; 2020; pp. 27-55.

 


 

José María Capitán

dietista-nutricionista




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