miércoles, 12 de junio de 2019

ALERGIAS ALIMENTARIAS Y ESCOLARIZACIÓN SEGURA

Objetivo: integración del escolar y no discriminación



Kamily en el recreo
El 3 de octubre de 2018, Cristina Galindo, redactora en el “El País”, publicaba un artículo en “El País Semanal” titulado “El misterioso auge de las alergias a los alimentos” en el que escribía: “Las alergias alimentarias se han triplicado en dos décadas en España. El temor a sufrir una reacción grave condiciona la vida de millones de personas. La medicina busca soluciones e intenta averiguar qué se esconde detrás”.

Sin duda, quienes padecen alguna alergia alimentaria pueden vivir situaciones de angustia y temores que pueden afectar a su día a día y, al igual que ocurre con otras enfermedades, las alergias alimentarias necesitan ser visibilizadas, obtener una gran comprensión social y una implicación por parte de todo aquel que rodea al afectado para que este minimice los riesgos que le puede suponer el tener una reacción alérgica. Y mientras la medicina averigua qué se esconde detrás del auge de esta patología, a los profesionales de la nutrición nos toca asegurarnos de que la alimentación cumple en cada una de las personas con las que trabajamos sus funciones principales: mantener un buen estado de salud, evitar enfermedades o reacciones adversas seleccionando adecuadamente los alimentos que vamos a ingerir, y disfrutar del placer que proporciona cada comida.

Objetivo: INTEGRACIÓN
La semana pasada publicaba en tres manzanas para ti un primer artículo sobre esta temática en el que trataba de explicar algunos aspectos básicos sobre las alergias alimentarias, hoy quiero centrarme en uno de los grupos más vulnerables de los que las padecen, los niños. Veremos cómo se debe afrontar una escolarización segura que persiga la integración total del escolar en el centro educativo y te facilitaré distintos enlaces a publicaciones que te pueden ayudar a conocer más y que pueden ser de tu interés.


1. ¿Necesita un escolar alérgico a algún tipo de alimento medidas especiales frente a su escolarización? 

Sí. El 20% de las reacciones alérgicas ocurren en el centro escolar y 2/3 de las escuelas tienen al menos un menor con riesgo de anafilaxia (reacción alérgica que puede llegar a ser mortal) según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica. Cuando un escolar es escolarizado la comunidad educativa debe estar informada del tipo de alergia, de las reacciones que puede experimentar, qué situaciones pueden ser consideradas de riesgo, cómo se debe actuar ante una reacción alérgica en función de su gravedad y, sobre todo, tiene que saber integrar al niño en todas las actividades del centro de una forma segura evitando que el niño se aísle del resto y genere sentimientos de inferioridad, estrés, ansiedad, miedos, fobias o rechazo.


2. ¿Cuál es el primer paso a seguir cuando un menor con alergias alimentarias o con otras alergias se escolariza?

En un principio el colegio puede mostrarse algo reacio e inseguro ante la nueva situación a la que se debe enfrentar. Por ello, padres y educadores deben tener una reunión informativa al inicio del curso en el que la familia debe aportar el informe médico del alergólogo y firmar las autorizaciones necesarias para que su hijo o hija sea medicado en el centro escolar en caso necesario.

En esta primera reunión se debe comunicar al equipo directivo el tipo de alergia que padece el menor, cuáles son los alimentos implicados (o en su caso látex, medicamentos, picaduras de insectos, etc.), cómo se produce la reacción alérgica (ingestión, contacto, inhalación), si existen cofactores para que se produzca la reacción (recordemos que los cofactores son “facilitadores” de la reacción alérgica, como pueden ser el ejercicio físico o el consumo de antiinflamatorios no esteroideos). Será muy importante dejar claro cuál es el protocolo a seguir en caso de una reacción alérgica en función de su gravedad y cuando hay que medicar.


3. ¿Deben los compañeros en el centro escolar conocer la situación del menor?

Toda la comunidad educativa debe ser consciente de la enfermedad que padece el menor y de aquello que deben hacer para evitar ponerlo en riesgo, incluidos sus compañeros de clase y del centro. Será conveniente colgar carteles con los datos del menor en el que aparezca su foto, el tipo de alergias que padece, el lugar donde se encuentra su medicación y el protocolo a seguir en caso de reacción grave.


4. Si en el centro escolar un menor tiene una reacción alérgica, ¿cómo se debe actuar?

Si la reacción es leve, quizá no haya que hacer nada o en todo caso suministrar antihistamínicos, pero si la reacción es grave será necesario administrar adrenalina, llamar al 112 explicando qué está ocurriendo y avisar a los padres. Otros medicamentos que pueden estar prescritos por el alergólogo son los corticoides y los broncodilatadores. Si tras 5 minutos de administrar la adrenalina los síntomas persisten, se puede aplicar una segunda dosis. Las dosis a administrar serán de 15m g, 30m g o 50 mg de adrenalina en función del peso del individuo, menos de 25 kg, entre 25 kg y 50 kg y más de 50 kg respectivamente.


5. ¿Pueden asistir al comedor escolar los niños que padecen alergias alimentarias?

Sí, si en la región donde el niño asiste a la escuela existe una normativa específica al respecto y se le puede atender con seguridad. El personal que lo atiende tendrá que tener la formación e información adecuada, evitando en todo momento que el menor pueda ingerir o en su caso tener contacto o inhalar el alimento que actúa como alérgeno.


6. ¿Qué cuidados se tendrá en el comedor escolar?

En el comedor escolar debe haber un responsable que tenga identificado al alumnado con alergias alimentarias. Él se encargará de tener actualizado todo lo referente a las alergias que cada niño o niña sufre, será el puente de unión con las familias y el personal de cocina y coordinará y supervisará todas las actuaciones que se desarrollen en el comedor para evitar cualquier contacto cruzado que pueda contaminar con el alérgeno la comida del menor.


7. ¿Cómo se organizará la cocina para evitar el contacto cruzado?

Siempre que se pueda se dispondrá de un almacén, unas superficies de trabajo y un menaje de uso exclusivo para la elaboración de los menús de las alergias alimentarias; pero cuando esto no sea posible se extremará siempre las medidas de higiene. 

-Almacén y cámara frigorífica. Dispondrán de un espacio bien diferenciado y en caso de almacenar alimentos envasados o platos elaborados estos estarán debidamente rotulados.

-Superficies de trabajo y menaje. Serán de uso exclusivo cuando sea posible: platos, ollas, cuchillos, etc. Los alimentos se freirán en una sartén cuando no se disponga de una freidora distinta a la que se usa para el resto del alumnado. Se elaborará primero el menú para los menores alérgicos y se envasará cuando proceda con los rótulos correspondientes.

-Limpieza. Se deben limpiar concienzudamente las planchas, microondas y hornos antes de elaborar la comida del menor afectado. La limpieza de las superficies, electrodomésticos y menaje debe ser húmeda y no solo con desinfectantes, ya que estos no eliminan los alérgenos. 

-Higiene del manipulador. Preferiblemente, no usará guantes, porque puede dar una falsa imagen de limpieza, en su lugar se lavará frecuentemente las manos y cada vez que pueda entrar en contacto con el alérgeno, además usará una indumentaria y calzado adecuado, evitando que estos puedan quedar contaminados o esparzan posibles alérgenos.


8. Además de los peligros evidentes que podemos encontrar en un comedor escolar, ¿existen otros lugares donde exista riesgo de contacto con el alérgeno alimentario dentro del centro educativo?

Sí, multitud de sitios y situaciones pueden suponer un riesgo para el menor alérgico. Para que nos hagamos una idea, una niña alérgica a la leche que reaccione por contacto se puede exponer a tener una reacción alérgica en el cuarto de baño si se lava las manos con un gel que contenga proteína de leche; un niño alérgico al huevo podría tener contacto con el alérgeno si en un taller de manualidades hace algún trabajo con cartones de huevos; una niña alérgica al látex tendría que tener cuidado con el balón de baloncesto o la colchoneta del gimnasio o la piel de plátano (por reactividad cruzada) que otro niño deje de una forma descuidada en el patio del recreo y no haya depositado en la papelera. En una excursión, una salida a un museo, visitas médicas, fiestas de cumpleaños, de Halloween o Navidades se tendrá que tener cuidados especiales: controlando dónde el menor puede entrar en contacto con el alérgeno para evitarlo, llevando la medicación que pudiera necesitar en caso de emergencia, repasando los síntomas que nos deban alertar y llevando los teléfonos de urgencia del alergólogo y de los padres para poder actuar con eficacia ante cualquier situación. Cada centro debería tener un protocolo de actuación y de identificación de riesgos para evitar exponer al menor a situaciones que puedan poner en riesgo su salud.


9. ¿Debe el centro escolar tener adrenalina u otras medicaciones necesarias para tratar las alergias?

En España no existe una normativa específica, sin embargo, el artículo 195 del Código Penal establece la obligación de todos y todas de "socorrer a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiera hacerlo sin riesgo propio ni de terceros". Una reacción anafiláctica es una situación en la que el menor pone en riesgo su vida y la administración de la medicación de rescate es una medida de primeros auxilios, por lo que el profesorado responsable del menor tiene el deber de socorrerlo. La medicación necesaria debe ser proporcionada por los familiares y se debe comprobar periódicamente que no está caducada.


10. ¿Y si el escolar hace una excursión fuera del país?

La legislación en materia de seguridad alimentaria y declaración de alérgenos es muy similar en todos los países de la Comunidad Europea, sin embargo, fuera de ella las leyes pueden cambiar, por lo que habrá que informarse debidamente de los posibles riesgos a los que se enfrenta el menor en su salida al extranjero; por ejemplo: ya en el avión se deberá llevar toallitas húmedas para limpiar el asiento antes de sentarse y retirar así posibles restos de alimentos, se avisará a la azafata de su situación y se pedirá a sus compañeros que eviten comer alimentos que por inhalación le pueda provocar la reacción alérgica; en el hotel se volverá limpiará las superficies, que aunque parezcan limpias, puedan contener restos de alérgenos y se evitará comer cualquier producto que siendo similar al que pueda encontrar en el país de origen pueda tener una composición diferente en el lugar de destino, o cualquier otro del que se tenga la más mínima duda.


11. ¿Y si todo falla y el menor tras una reacción grave entra en parada cardiorrespiratoria?

En estos casos extremos podrá ser necesario practicar una RCP (resucitación cardiopulmonar), todos los padres, familiares y profesores deben conocer la técnica y poder realizarla de forma adecuada. En el punto 13.B de este artículo te enlazo algunos vídeos que te permitirán repasar esta técnica.


12. ¿Qué papel tiene el dietista-nutricionista en el centro escolar?

En la actualidad no existe la figura del dietista nutricionista (D-N) en los centros escolares de España. Esta figura debería ser una pieza clave para proporcionar una mayor seguridad al escolar alérgico, al profesorado y a las familias. En el próximo artículo hablaré de las funciones que el D-N debería poder desarrollar en el centro educativo y de la necesidad de contar con su labor profesional en este y otros problemas de salud pública que afectan de un modo muy especial al menor escolarizado. 


13. Enlaces de interés

A. Webs











B. Audiovisuales





C. Documentos 

14. Alergia a alimentos y al látex. Guía para centros educativos y comedores escolares. Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex – AEPNAA, 2016.


16. Guía informativa: alergia a alimentos y/o al látex en los centros educativos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2013.



19. Guía sobre alergias alimentarias. Food Allergy Research & Education, 2017.


20. Alergias e intolerancias alimentarias. Unidad Didáctica. Federación Española de Hostelería (FEHR), 2009.


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José María Capitán
dietista-nutricionista



  
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