Come con tres colores
en cada comida
En los dos artículos publicados anteriormente en este blog he argumentado ampliamente las razones por las que el Plato de Harvard no debe emplearse ni en clínica ni en educación alimentaria debido a las graves deficiencias que presenta como guía alimentaria y a su diseño erróneo (1, 2).
El mismo razonamiento que hemos usado para desmontar al Plato de Harvard como "una importante herramienta de salud pública" es el que nos sirve para construir el esquema del método de los tres colores. Para diseñar este método partimos de las recomendaciones que realiza la Organización Mundial de la Salud sobre el consumo de macronutrientes y del gramaje que deben tener los distintos alimentos para cumplir tales recomendaciones, compatibles, casi siempre, con los que propone la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria por cada grupo etario; también tendremos en cuenta el volumen que estas cantidades de alimentos ocupan en el plato. Con los resultados obtenidos confeccionamos una guía volumétrica coherente y adecuada a las necesidades nutricionales de la población española. El método, también, será fácilmente adaptable a las recomendaciones que se puedan realizar en casi cualquier otro país. Para facilitar esta adaptación, en nuestra explicación, y a modo de ejemplo, ubicaremos en el lugar adecuado a distintos alimentos procedentes de otras culturas, alimentos que, por otra parte, también se pueden adquirir en nuestros mercados y supermercados.
Tal y como prometí en el artículo anterior, en este post, voy a explicar de una forma casi esquemática cómo utilizar el método de los tres colores y cómo emplearlo en educación alimentaria, en clínica y como modelo para confeccionar y servir menús en restauración colectiva.
José María Capitán, 2018. Representación gráfica de 3COME: "Mapa para el diseño de menús saludables". Guía alimentaria Three Colour Method. Descárgalo aquí |