martes, 26 de noviembre de 2019

COMEMOS LO QUE PODEMOS, LO QUE APRENDIMOS, PERO SOBRE TODO, LO QUE SENTIMOS

Emociones, educación, consciencia y obesidad



La ingesta de alimentos está regulada por las sensaciones de hambre y saciedad, lo que explica la razón por la que comemos o dejamos de hacerlo, pero no explica la selección que hacemos de los alimentos que construyen nuestra alimentación.

Los alimentos para nosotros también son emociones, comemos no solo para nutrirnos, comer nos proporciona placer y bienestar, pero también puede despertar en nosotros angustias y miedos. Los alimentos que para algunos son un deleite, para otros generan asco o repulsa: carne, caracoles, insectos, leche, queso azul, huevos fermentados, aceitunas o fresas son solo algunos ejemplos que dividen a los hombres y mujeres entre adoradores y odiadores de estas viandas.

Son muchas las razones que explican que no todos comamos igual, que no a todos nos guste lo mismo, o que no todos deseemos comer de la misma forma.


Factores que influyen en la ingesta de alimentos:

Gestación y lactancia. Nuestras preferencias o aversiones alimentarias ya se ven condicionadas desde la gestación y la lactancia. Una alimentación variada y saludable durante estos periodos favorecerá que el bebé acepte comer de un modo variado y saludable con posterioridad. Los sabores de los alimentos que consume la madre se vuelven familiares, primero para el feto y después para el lactante, y aquellos que no consume su progenitora se tornan sabores extraños, no reconocibles, y su tendencia será la de rechazarlos.

Alimentación en la primera infancia. Los primeros alimentos que consuma el menor construirán su universo de sabores y determinará sus hábitos y preferencias alimentarias. Por ello, no será lo mismo enseñarle a comer frutas, verduras, cereales integrales, legumbres o huevos, que papillas (potitos) de farmacia, cereales dextrinados, galletas o yogures azucarados. El sabor excesivamente dulce o salado de los alimentos ultraprocesados le impedirá apreciar correctamente el sabor natural de aquellos que debe aprender a comer, y podrá condicionar su paladar el resto de su vida, prefiriendo sabores más artificiales y alimentos menos saludables.

La familia y los hábitos aprendidos en el hogar. El momento de la comida debería seguir siendo el momento de la familia, el momento en el que se sabe del otro y se le escucha, y no el de los móviles, la televisión o la tableta. Nuestros desayunos, almuerzos y cenas se han desritualizado y han dejado de ser conviviales. ¿Cómo se comía en tu casa?, ¿el ambiente era tenso o relajado?, ¿se hablaba o se permanecía en silencio?, ¿había que comérselo todo antes de levantarse de la mesa?, ¿los domingos se pedía una pizza o se comía paella?

jueves, 31 de octubre de 2019

¿A QUIÉN LE INTERESA SABER SOBRE ALIMENTACIÓN SALUDABLE?

Una experiencia personal



- ¿A quién le interesa?
Hace casi 23 años di mi primera charla sobre alimentación saludable, desde entonces he impartido miles de conferencias, talleres y cursos sobre educación alimentaria, dietética y nutrición. Te confieso que la docencia me apasiona, que trato de darle todas las vueltas posibles a cada exposición para tratar de captar el máximo interés de mis oyentes y que generalmente logro buenas sensaciones sobre los resultados obtenidos. Pero, ¿qué características tiene cada grupo?, ¿cuál es su interés previo?, ¿cómo enfocar cada charla para obtener mayor éxito?

Si como yo te dedicas a la educación, probablemente te verás reflejado en las siguientes líneas, si estás empezando o tienes previsto dedicarte a ello, quizá las pequeñas “pistas” que te voy a dar en este post te puedan resultar de alguna utilidad.



1. Los más difíciles
Los adolescentes.

¿Por qué?
- ¡Yo paso!
Generalmente, las charlas sobre alimentación se enfocan sobre los beneficios que sobre la salud tiene el aprender a comer bien. Esto no funciona en un grupo que ya disfruta del producto que tú tratas de vender, ¡ya están sanos! En estas edades la alimentación saludable está fuera de su esfera de interés y se hace especialmente complicado mantener su atención sobre un tema que plantea restricciones sobre aquellos alimentos que les gusta y les divierte consumir.

¿Cómo enfocar la exposición?
Desde la sostenibilidad alimentaria. Se debe revelar el paralelismo existente entre los alimentos más sanos y más sostenibles y los menos sanos y menos sostenibles y apelar a su responsabilidad social a la hora de construir un futuro en el que el planeta sea viable para todos sus habitantes y formas de vida.  A estas edades piensan que pueden cambiar el mundo, por lo que hay que tratar de canalizar esa maravillosa energía en su propio beneficio. Para que haya planeta para todos, todos debemos aprender a comer bien: "lo que es sano para ti, es sano para el planeta". Para ayudarte a plantear mejor esta sesión te invito a leer estos dos artículos 1 2.

domingo, 13 de octubre de 2019

EL DIETISTA-NUTRICIONISTA: FACTOR HUMANO DE ALTO VALOR AÑADIDO EN RESTAURACIÓN COLECTIVA

Encuentro clave el próximo 5 de noviembre: #CRC19


En España, como regla general, no se contrata al dietista-nutricionista (D-N) en la sanidad pública, a pesar de ser uno de los países del mundo donde la obesidad y otras patologías relacionadas con el “mal comer” afectan a más ciudadanos; en los colegios, la administración pública se está planteando introducir a otros profesionales sanitarios para impartir talleres de educación nutricional, desplazando a aquellos que cuentan con formación específica para el desempeño de esta tarea; y la industria alimentaria, que sí cuenta con tecnólogos de los alimentos, tampoco parece estar todavía lo suficientemente concienciada como para que la figura del experto en nutrición trabaje en sus equipos de I+D y control de calidad. Sin embargo, hay un sector donde la figura del D-N sí parece cobrar una mayor relevancia y en el que se hace imprescindible su labor: la restauración colectiva. Como ejemplo de ello, en Andalucía, las empresas de restauración deben contar con un D-N, o al menos con un técnico en dietética, para elaborar los menús en los centros escolares, y la Universidad de Sevilla (US) exige como requisito que un D-N elabore los menús y controle su calidad en aquellas empresas hosteleras que ofrezcan sus servicios en los comedores universitarios; al mismo tiempo, la empresa que debe controlar la calidad higiénico-sanitaria y nutricional de los menús servidos en los comedores universitarios de la US, también debe contar con un D-N, según exige el pliego de condiciones que rige la contratación de este servicio.

La restauración colectiva mueve millones de euros cada año y está obligada a mejorar sus servicios a una población que cada vez come en más ocasiones fuera de casa. No hay empresa de catering en España, que tenga cierta relevancia, que hoy por hoy no cuente en su equipo de profesionales con al menos un graduado o diplomado en nutrición humana y dietética; pero, ¿cuál es la razón de que ocurra esto?

Para una empresa de restauración colectiva tener en su plantilla a un D-N le reporta una serie de valores añadidos a los que no puede renunciar:

viernes, 13 de septiembre de 2019

MICROBIOTA: NO SABES CUÁNTO TE QUIERO

Donde estés, con quien estés



Algo de mí

Valentina cuidando su microbiota
Está a punto de sonar el despertador, son las 6:25 de la mañana, como cada día, no dejo que suene la alarma y me levanto de un salto de la cama. Mientras me tomo mi café matutino repaso los datos más relevantes de un curso online que estoy realizando sobre microbiotaprobióticos prebióticos. En él, se da una cifra que aunque ya conocía, no deja de sorprenderme: ¡existen 10 veces más células procariotas, solo en nuestros intestinos, que células eucariotas en todo nuestro organismo! Con mi café negro entre mis manos y tomándolo a pequeños sorbos, pienso que, en realidad, lo que menos hay en nosotros es contenido humano; efectivamente “no estamos solos”, ya que con nosotros cohabita una cantidad ingente de seres vivos, no solo en nuestros intestinos, también en la vagina, la piel, la cavidad bucal, la vesícula biliar, los pulmones y en otros muchos órganos. En realidad, sería más exacto decir que somos nosotros los acompañantes de 1014 bacterias, 1013 hongos, un número indeterminado de arqueas, protozoos y una enorme cantidad de virus. Además, frente a nuestros modestos 25000 genes, nuestra microbiota o microflora posee 8 x 106 genes, este dato por sí solo debería bajarnos a todos un poco los humos.


Cómplice

Estos microorganismos estaban aquí muchos millones de años antes que nosotros, evolucionamos juntos y aprendimos a convivir, estableciendo una relación en la que como hospedadores les ofrecemos un hábitat en el que desarrollarse, mientras que ellos nos benefician suministrándonos nutrientes esenciales, favoreciendo el aprovechamiento de nutrientes no digeribles, impidiendo el asentamiento de microorganismos patógenos y desarrollando las defensas orgánicas frente a la infección.

De izquierda a derecha: María, Gustavo, Enzo, Marcílio, Valentina y Suzana ante una mesa repleta de prebióticos
Sin estos seres, la vida no sería posible, y de su número y composición depende en gran medida nuestra salud. En el delicado ecosistema de nuestros intestinos y de otros órganos, si algún grupo microbiano beneficioso decrece, se produce un desequilibrio o disbiosis que puede asociarse a la aparición de diversas patologías: obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer colorrectal, diabetes tipo 1, síndrome de colon irritable, asma, síndrome metabólico o enfermedad celiaca, entre otras.

sábado, 31 de agosto de 2019

YERBA MATE Y SALUD

¿Tomamos un mate? 



Leni tomando chimarrão
Fátima, mi mujer, me inició hace ya algunos años en este ritual casi mágico de tomar mate, o chimarrão, como se le conoce a esta infusión en Brasil. Lo que en un primer momento fue curiosidad por probar algo nuevo, pronto se convirtió en parte de mi rutina diaria. Aunque en España tomar mate es un placer prácticamente desconocido para el conjunto de la población, tengo el privilegio de compartir, junto a paraguayos, uruguayos, argentinos, una parte importante de chilenos y brasileños del sur, esos momentos de recogimiento o conversación pausada que solo se pueden tener en torno a un mate bien caliente, o con su versión fría de verano, el tereré.  

Aunque ya llevaba varios años tomando "yerba", la primera vez que visité Paraguay no pude dejar de sorprenderme al ver cómo, ya en el mismo aeropuerto, las azafatas llevaban un termo de agua caliente en una mano y una matera en la otra mientras caminaban de un lado para otro; esto mismo se repetía con cada una de las personas con las que hablaba en los comercios de Ciudad del Este, con la anciana que me ofrecía chipas en el autobús, el chico que vendía agua de coco en su envase natural a pie de carretera, la nativa guaraní que tenía su puesto de venta de yaca y otras frutas, para mí exóticas, justo antes de cruzar el puente de la amistad; incluso el taxista que me trasladó desde Foz do Iguaçú hasta Santa Teresinha de Itaipu, donde vive mi suegra Eri, bebía mate mientras esperaba nueva clientela; todo el mundo parecía “enganchado” a esta bebida singular.

Kit básico para tomar mate o chimarrão:
 termo, matera o cuia y bomba
Para el que no la haya probado nunca he de decir que quizá, en un principio, no le guste su fuerte sabor, pero al igual que pasa con otras bebidas amargas, pronto podrá sucumbir a su encanto a poco que se preste a ello.  El mate tiene características comunes con el té o el café, ya que es una bebida rica en polifenoles y alcaloides, pero, ¿qué podemos encontrar en la literatura científica en relación con su consumo?, ¿tiene efectos beneficiosos más allá de su fuerte valor convivial?, ¿puede llegar a ser perjudicial? ¿Tenemos que fomentar o limitar su consumo?

No son muy numerosos los estudios que podemos encontrar hablando sobre las posibles cualidades de la yerba mate (Ilex paraguariensis), hagamos un repaso a lo que nos cuentan algunos de ellos:

jueves, 25 de julio de 2019

DESAYUNOS, MERIENDAS Y OBESIDAD INFANTIL: TODO LO QUE TIENES QUE SABER

¿Cereales para el desayuno?, ¿zumo de naranja?, ¿batido de chocolate?...


En el pasado curso de verano celebrado en la Rábida (Huelva), el 11 y 12 de julio: “ODS (Objetivo Dieta Sostenible). Un objetivo global para vivir” (1), Enrique Sánchez, famoso chef y presentador de ”La Báscula” (2), un concurso que anima a sus participantes a perder sus kilos de más, nos confesaba que en sus siete años de emisión televisiva habían logrado hacer bajar a todos sus concursantes un total de 6 toneladas de peso; acto seguido, desvelaba que en 9 de cada diez casos ya habían recuperado todo lo perdido. En el conversatorio posterior a la conferencia yo añadía que esto probablemente ocurría porque no había pasado suficiente tiempo como para que todos hubieran vuelto a su peso original; es decir, 10 de cada 10.

La obesidad es una enfermedad crónica (3), por tanto, una vez que se desarrolla solo podemos aspirar a tratarla y controlarla, pero no a curarla. La persona que padezca esta enfermedad tendrá la tendencia a recuperar su peso una y otra vez a lo largo de su vida tras someterse a múltiples y sufridas dietas de adelgazamiento (4), este es un hecho que cualquier dietista-nutricionista con experiencia puede constatar en su práctica clínica. Solo cuando a la instauración permanente de una dieta saludable se le suma la práctica constante de ejercicio físico moderado o intenso, podemos hablar de resultados duraderos, aunque el único tratamiento verdaderamente eficaz es la prevención.

Basándonos en lo dicho, se entiende la importancia que tiene que durante la niñez y la adolescencia evitemos condenar a nuestros hijos a desarrollar esta patología y les eduquemos en hábitos alimentarios y estilos de vida saludables; las consecuencias de no hacerlo así podrán arrastrarlas durante toda su etapa adulta disminuyendo con ello su calidad y esperanza de vida.

Durante años se ha bombardeado a la población con afirmaciones tales como que el desayuno es la comida más importante del día o que la merienda para los niños es imprescindible. Estas afirmaciones han ido habitualmente acompañadas de campañas de marketing en las que se han propuesto aquellos productos alimenticios que debían incluirse en estas dos comidas, y en la que se ha incitado al consumo de alimentos poco saludables y con altas cantidades de azúcar. Este hecho, sin duda, ha podido contribuir a que en España el 41,3% de los menores de 9 a 12 años tenga exceso ponderal, según el estudio Aladino de 2015 (5).

El desayuno no solo no es la comida más importante del día, sino que se ha convertido en la comida más desequilibrada, solo superado por la merienda, que puede llegar a ser todo un despropósito. Así que, repito, ni el desayuno es la comida más importante del día, todas lo son, ni la merienda es imprescindible, pero ambas hay que aprender a realizarlas correctamente y deben estar constituidas por alimentos que potencien la salud del menor.


¿Qué es lo más importante que tienes que saber para confeccionar los desayunos y meriendas de tu hijo o hija?

sábado, 13 de julio de 2019

COMER, VIVIR, AMAR EN EL PLANETA TIERRA

Consciencia y Educación para la Sostenibilidad


Del "Somos lo que comemos y con lo que comemos, cambiamos el planeta" al “lo que es arriba es abajo y lo que es adentro es afuera”

Pronto seremos 10.000 millones de personas, 2.500 más que a fecha de hoy, para ello faltan apenas 30 años. Para entonces, habrá que producir un 50% más de alimentos, de los cuales 1/3 serán desperdiciados, igual que ocurre ahora, a pesar de que la producción y el transporte de alimentos son algunas de las actividades humanas que contribuyen más al cambio climático. Dentro de tres décadas tendremos que producir mucha más ropa para vestir a más personas, generar mayor cantidad de energía para abastecernos, haremos mayor uso de la minería y de la industria, talaremos más árboles para ganar terrenos para la siembra, tendremos menos agua disponible sin contaminar, seguiremos cambiando continuamente de teléfonos móviles u otros aparatos electrónicos, convivirán con nosotros menos especies animales y vegetales porque ya se habrán extinguido, generaremos una inimaginable cantidad de basuras cada día que no seremos capaces de reciclar con eficacia, en definitiva, consumiremos muchos más recursos naturales que ahora. En 2050 pasarán todas estas cosas y las viviremos con mucho más calor que ahora, calor que será consecuencia del aumento de la temperatura de la tierra, claro está, si para entonces seguimos teniendo planeta que habitar...

jueves, 20 de junio de 2019

DIETISTA-NUTRICIONISTA ESCOLAR ¡YA!

¿Por qué es imprescindible que los dietistas-nutricionistas ejerzamos en los centros educativos? 


Elena Soriano desde el Colegio Británico de
Sevilla: "es fundamental que se normalice
la figura del dietista-nutricionista escolar"
Vivimos en un mundo complejo en el que los problemas alimentarios se extienden a toda la población, aunque los más vulnerables son los menores de edad. En los últimos posts he escrito sobre el creciente problema de las alergias alimentarias (1, 2), que se han triplicado en el periodo comprendido entre 1992 y 2015 (3) y que en los próximos 30 años podría llegar a afectar al 50% de la población, según nos cuenta Xabier Munioitz en un interesante artículo publicado en la revista "Restauración Colectiva" (4). Según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, en dos de cada tres colegios estudia al menos un menor con riesgo de sufrir un shock anafiláctico. Los resultados de muerte en niños alérgicos como consecuencia de la ingesta de alimentos son relativamente frecuentes y los vemos reflejados periódicamente en los medios de comunicación; el caso más reciente es el de una niña de Palma de tan solo cinco años que murió en el colegio La Salle tras ingerir un alimento al que era alérgica (5). A pesar de los esfuerzos y de los avances propiciados por asociaciones como la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) (6), los menores que asisten al colegio juegan una verdadera ruleta rusa cada día, ya que no cuentan con un profesional sanitario debidamente formado que pueda atenderlos y velar por su seguridad y su vida; por lo que en la actualidad están desprotegidos.

Por otro lado, los últimos estudios revelan cifras alarmantes sobre la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil, cifras que alcanzan a uno de cada tres niños y niñas en España, según IOTF (7). La obesidad es una patología de carácter crónico (8) que cuando se desarrolla en esta edad tiende a perpetuarse (9), afectando tanto a la calidad como a la esperanza de vida. Debemos entender que en el desarrollo de la obesidad el último responsable es el propio menor (10), en cambio, sí son responsables, y mucho, las administraciones públicas, que tienen la obligación de hacerse eco de esta problemática para poder combatirla con eficacia.

Otras patologías fruto de la mala alimentación, y que antes eran propias solo de la edad adulta, son la diabetes tipo 2, cada vez más frecuente entre los más jóvenes (11), la hipercolesterolemia o la hipertensión infantil. Tampoco nos podemos olvidar de las gastritis, enfermedades odontológicas, enfermedad inflamatoria intestinal o trastornos del comportamiento alimentario, entre otras. En los centros escolares se debería poder actuar sobre todos estos graves problemas, desde la educación y la promoción de la salud, ¡cuánto dinero en gasto sanitario y cuánto sufrimiento nos ahorraríamos!

Los menús escolares deben ser supervisados por un
 dietista-nutricionista para garantizar la seguridad del 
menor y velar por su salud
Para enfermedades como la celiaquía, una correcta alimentación es el único tratamiento posible. Esta enfermedad, de carácter autoinmune, ya afecta al 1% de la población (12), y donde aumenta más su prevalencia es precisamente en la población pediátrica (13). Las consecuencias de no proporcionar al menor una dieta sin gluten con garantías va desde déficits en el crecimiento a problemas gastrointestinales o desnutrición.

Debemos denunciar que en un país como España, en el que las alergias y las intolerancias alimentarias, la obesidad infantil, la diabetes o la hipercolesterolemia en edades cada vez más tempranas son habituales, no se cuente con el profesional sanitario mejor preparado para abordar estos problemas alimentarios en los centros escolares, me refiero por supuesto a la figura del dietista-nutricionista (D-N).

miércoles, 12 de junio de 2019

ALERGIAS ALIMENTARIAS Y ESCOLARIZACIÓN SEGURA

Objetivo: integración del escolar y no discriminación



Kamily en el recreo
El 3 de octubre de 2018, Cristina Galindo, redactora en el “El País”, publicaba un artículo en “El País Semanal” titulado “El misterioso auge de las alergias a los alimentos” en el que escribía: “Las alergias alimentarias se han triplicado en dos décadas en España. El temor a sufrir una reacción grave condiciona la vida de millones de personas. La medicina busca soluciones e intenta averiguar qué se esconde detrás”.

Sin duda, quienes padecen alguna alergia alimentaria pueden vivir situaciones de angustia y temores que pueden afectar a su día a día y, al igual que ocurre con otras enfermedades, las alergias alimentarias necesitan ser visibilizadas, obtener una gran comprensión social y una implicación por parte de todo aquel que rodea al afectado para que este minimice los riesgo que le puede suponer el tener una reacción alérgica. Y mientras la medicina averigua qué se esconde detrás del auge de esta patología, a los profesionales de la nutrición nos toca asegurarnos de que la alimentación cumple en cada una de las persona con las que trabajamos sus funciones principales: mantener un buen estado de salud, evitar enfermedades o reacciones adversas seleccionando adecuadamente los alimentos que vamos a ingerir, y disfrutar del placer que proporciona cada comida.

Objetivo: INTEGRACIÓN
La semana pasada publicaba en tres manzanas para ti un primer artículo sobre esta temática en el que trataba de explicar algunos aspectos básicos sobre las alergias alimentarias, hoy quiero centrarme en uno de los grupos más vulnerables de los que las padecen, los niños. Veremos cómo se debe afrontar una escolarización segura que persiga la integración total del escolar en el centro educativo y te facilitaré distintos enlaces a publicaciones que te pueden ayudar a conocer más y que pueden ser de tu interés.

viernes, 7 de junio de 2019

¿SABÍAS ESTO SOBRE LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS?


Alergias alimentarias: un problema creciente


Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes y están aumentando en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. En España, entre los pacientes que van por primera vez a la consulta de un alergólogo se ha triplicado su prevalencia, pasando del 3,6% en 1992 al 11,4% en 2015, según el informe de “Alergológica” de 2015. En este mismo informe se estima que la población alérgica a los alimentos está comprendida entre el 1% y el 3% siendo más habitual en los menores de 3 años que puede alcanzar el 8% (1).

No debemos confundir alergias con intolerancias. La diferencia fundamental entre una alergia y una intolerancia alimentaria es que en la primera interviene el sistema inmunológico, provocando una reacción exagerada a un alimento que es inocuo para la mayoría de las personas. Las reacciones alérgicas pueden originar trastornos cutáneos (inflamación de labios, urticaria, erupciones…), respiratorios (tos, asma, moqueo…), digestivos (diarrea, vómitos, hinchazón…) o sistémicos (afectando a dos o más órganos) e incluso pueden llegar a provocar la muerte. En las intolerancias, en cambio, no interviene el sistema inmunitario; un ejemplo de ello es la intolerancia a la lactosa, cuyo problema es un déficit enzimático que impide una correcta digestión del azúcar de la leche, lo que provoca trastornos de tipo digestivos (cólicos, diarreas, gases) (2, 3).

Las alergias alimentarias son para la mayoría de las personas unas grandes desconocidas y a pesar de ser relativamente frecuentes, no se alcanza a comprender sus implicaciones en el día a día de quienes las padecen; en este post te cuento algunas cosas que quizás no sepas aún sobre ellas.