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días
La salud a menos de 130 caracteres
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El pasado 27 de octubre inicié una nueva experiencia
divulgativa consistente en lanzar, a través de las redes sociales, un mensaje
diario sobre alimentación con apenas 130 caracteres. No resulta fácil
sintetizar un mensaje coherente en tan poco espacio, por lo que ha
resultado todo un reto. A lo largo de estos 100 días he escrito sobre temas
relacionados con la educación alimentaria de los que suelo tratar en mi blog y
he tenido presente en varios post a la figura del dietista-nutricionista, he
abordado algunos mitos alimentarios y dado consejos prácticos sobre cómo
mejorar la alimentación de toda la familia y, en particular, la de los más
pequeños. He podido observar cómo estos breves posts se han compartido con
mayor o menor éxito en función del tema que trataran y he constatado la
tremenda polarización, casi religiosa, que existe entre los partidarios y
detractores de los distintos posicionamientos dietéticos.
Algunos temas han resultado especialmente
conflictivos, con reacciones airadas de los lectores que no han dudado en
animarme a dejar de escribir dado lo poco que, a su juicio, sabía sobre
alimentación, y todo ello sin que sus contrargumentos se apoyasen sobre ningún
estudio científico que hayan estado dispuestos a compartir. Si tuviera que
hacer un ranking de los temas que más pasiones despiertan y que casi convierten
a la divulgación en una actividad de “alto riesgo” es sin duda este:
-La carne. La carne tiene un valor simbólico más
allá de lo meramente nutricional, insinuar una reducción de su consumo, y que
esto pueda acarrear beneficios para la salud y el medioambiente es, sin duda,
un verdadero sacrilegio para muchos.
-Los productos ecológicos. La agricultura
convencional es para muchos el origen de muchos de los males de la humanidad,
así que dudar de los beneficios para la salud y para la sostenibilidad de su
alternativa, la agricultura ecológica, despierta airadas reacciones incluso
entre gente de un elevado nivel cultural y científico.
-El gluten. Este es el nuevo malo de la
alimentación al que se le achacan todos los males de nuestra civilización,
alentados por “movimientos dietéticos” como el de la “paleodieta” que tienen
tintes casi religiosos, a juzgar por la pasión que manifiestan sus seguidores
por su defensa. Sin duda, para hablar del gluten debes ponerte un casco
protector y armarte de valor.
-La leche. Me han llegado a llamar
“vendeleches” por afirmar que la leche no es un veneno, y eso que en la
misma frase decía que tampoco era necesaria. Alimentos como este que más allá
de su valor nutricional se relacionan con la explotación animal afecta a la
sensibilidad de muchos, por lo que deben ser tratados con el máximo respeto y
rigor.